Bruselas

Pese al deseo de muchos Estados miembros de reabrir las fronteras para tratar de salvar la temporada turística, al final se ha impuesto la prudencia. Mientras que en Europa la primera ola del coronavirus está bajo control, en buena parte del resto del mundo la pandemia todavía se encuentra en fase ascendente. Para minimizar el riesgo de rebrotes por casos importados, la UE abrirá sus fronteras exteriores a partir de mañana 1 de julio pero sólo a los residentes en 15 países

La lista mantiene el veto a los viajeros procedentes de Estados Unidos, donde los nuevos casos de Covid-19 siguen disparados. La exclusión de EEUU ha sido el aspecto más polémico y que más ha retrasado la decisión: en Bruselas se teme que Donald Trump adopte represalias contra la UE en forma de nuevos aranceles. Pero lo cierto es que el presidente norteamericano fue el primero en cerrar las fronteras a los europeos en marzo y mantiene las restricciones a día de hoy.

La otra medida controvertida es la apertura de las fronteras de la UE a China, el país donde tuvo su origen el Covid-19. Allí el virus está ahora en niveles mínimos, pero muchos Estados miembros no se creen las cifras oficiales. China aparece en la lista con un asterisco, que significa que las fronteras de la UE sólo se le abrirán cuando garantice la reciprocidad, es decir, cuando permita entrar a viajeros europeos en su territorio.

Por lo demás, la UE mantiene de momento el veto a todos los países de América Latina, con la excepción de Uruguay, así como a Rusia. Las diferencias de opinión entre los Estados miembros han obligado a retrasar la aprobación de la lista hasta en dos ocasiones. La luz verde definitiva se esperaba para este martes a las 12:00, pero no ha llegado hasta las 15:30, a menos de 12 horas de la apertura de fronteras.

La lista completa

Los otros países cuyos ciudadanos podrán viajar a cualquier Estado miembro a partir de mañana son los siguientes: Argelia, Australia, Canadá, Georgia, Japón, Montenegro, Marruecos, Nueva Zelanda, Ruanda, Serbia, Corea del Sur, Tailandia, Túnez y Uruguay. También están incluidos los habitantes de Andorra, Mónaco, San Marino y el Vaticano.

Para el resto de países del mundo, los Estados miembros mantendrán las restricciones de entrada. No obstante, el acuerdo que han alcanzado los Veintisiete incluye una serie de excepciones, como profesionales sanitarios, trabajadores fronterizos, temporeros, diplomáticos, estudiantes o trabajadores altamente cualificados si su empleo resulta necesario desde una perspectiva económica y el trabajo no puede aplazarse ni realizarse en el extranjero.

Los ciudadanos de la UE y de los países asociados de Schengen, así como los extranjeros con residencia legal en territorio comunitario también quedan exentos de la prohibición de entrada, tal y como ocurría hasta ahora. La lista se revisará cada dos semanas para añadir o quitar nuevos países en función de la evolución de la pandemia.

Los criterios utilizados para tomar la decisión son que el número de casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días sea inferior o igual a la media de la UE, que los contagios estén en fase descendente o estable y que el país en cuestión haya tomado las medidas necesarias para contener las infecciones. 

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