El aeropuerto de Palma recibirá este lunes a los primeros turistas extranjeros que llegan a España en tres meses gracias a un plan piloto para experimentar los protocolos de seguridad, que se adelanta una semana a la apertura de fronteras y a la libertad de movimientos entre comunidades autónomas.

A las 10.35 horas está previsto que aterrice en Mallorca un vuelo del turoperador TUI con viajeros procedentes de Düsseldorf que inaugurarán la temporada de verano tras el bloqueo del turismo en Europa y prácticamente todo el mundo por la pandemia de coronavirus.

El vuelo de Düsseldorf, al que seguirá por la tarde otro con origen en Fráncfort, es el primero de 47 autorizados inicialmente hasta el 30 de junio en los aeropuertos de Mallorca, Ibiza y Menorca por el Ministerio de Sanidad para el plan piloto, pero la decisión del Gobierno de reabrir las fronteras al turismo el 21 de junio deja la duración del proyecto en apenas una semana, y los vuelos previstos en 6 -5 en Mallorca y 1 en Ibiza-, ya que los otros 41 estaban programados a partir del próximo domingo.

No obstante, la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, ha subrayado tras conocer el adelanto de la reapertura de fronteras que ella misma planteó ya hace dos semanas que se autorizara el turismo internacional al mismo tiempo que se permitía el nacional con el levantamiento del estado de alarma. "Tiene más sentido que nunca (...), somos el primer destino que abre", ha sostenido Armengol sobre el plan piloto, que permitirá probar el funcionamiento de los protocolos de seguridad sanitaria de cara a una temporada de la que espera que reactive, aunque sea parcialmente, el principal motor económico del archipiélago en plena temporada estival.

El plan piloto, que en Ibiza solo se iniciará con un vuelo el próximo miércoles, estaba previsto para un máximo de 10.900 turistas procedentes de los aeropuertos alemanes de Düsseldorf, Fráncfort, Hamburgo, Hannover y Stuttgart, y ha sido negociado con los turoperadores TUI, DER Touristik y Schauinslad-Reisen.

TUI, el principal mayorista del mercado germano en Baleares, ha programado ya viajes de turistas, como los que se llevarán a cabo mañana, pero las otras dos empresas planteaban desplazar inicialmente solo a especialistas y personal propio para evaluar las medidas de seguridad adoptadas y preparar un futuro "desembarco".

El Govern balear también ha trabajado el proyecto en coordinación con las patronales hoteleras, principalmente la de Mallorca, la isla del archipiélago predilecta de los visitantes alemanes.

Los primeros turistas serán alojados en hoteles de la Playa de Palma acondicionados con medidas de seguridad, dotados de cartelería y señales para promover el seguimiento de las recomendaciones sanitarias por parte de los huéspedes y atendidos por personal con formación específica.

Los viajeros, entre los que además de turistas habrá alemanes con segunda residencia en Mallorca que hasta hoy tienen vedado el acceso a la isla, deberán rellenar en el avión un cuestionario de salud y someterse a su llegada a un control de temperatura.

Además, tendrán que facilitar su teléfono y lugar de alojamiento para que personal del Govern balear realice un seguimiento de su estado de salud durante su estancia.

El ejecutivo autonómico tiene contratados apartamentos para aislar a algún visitante que pueda dar positivo de coronavirus mientras no requiera hospitalización. En caso de que sí lo precise, el turista enfermo recibirá la misma atención que cualquier residente, igual que los contactos de posibles positivos se seguirán de la misma forma que cuando se producen entre la población local.

Canarias pide test a los visitantes

El Gobierno de Canarias también apuesta con claridad por reactivar el turismo, sector del que depende el 35% del PIB de la comunidad autónoma, pero apuesta por un regreso de los visitantes ligado a la realización de test.

El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, señaló el viernes que seguirá insistiendo en que la forma más segura de afrontar el retorno del turismo es hacer pruebas de Covid-19 en origen a los turistas, antes de que embarquen hacia sus vacaciones.

Torres admite que la propuesta tiene dificultades, porque implantarla no solo depende del Gobierno de España, sino de acuerdos con terceros países, pero también ha recalcado que si los test no se hacen en origen, se harán en destino. Es decir, cuando el turista llegue al aeropuerto de la isla que ha elegido para sus vacaciones.

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