Tras el cierre de tres bases de Canarias el pasado 8 de enero, Ryanair vuelve a la carga y baraja el cierre de la base de Girona, que se libró in extremis de la anterior criba. La low cost irlandesa envió hace unos días a sus trabajadores una carta en la que anunciaba la reducción de flota en diez centros con sus consiguientes despidos si seguían los problemas con las entregas del modelo 737 MAX de Boeing.

En la carta, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, la reducción de la flota de 10 aviones se extenderá a través de nueve bases, entre ellas la de Madrid y Girona, que podrían quedarse con un avión menos cada una. En el caso del aeródromo catalán supondría el cierre de la base, ya que solo cuenta con una aeronave.

La low cost irlandesa pretende evaluar con sus trabajadores la situación e invita a estos a acogerse hasta el 21 de febrero, de forma voluntaria, a contratos de jornada parcial para la temporada de verano para solventar el alto número de pilotos y tripulación de cabina. En Girona, hay cerca de 120 empleados, de los que el 40% están bajo contratos de autónomos o por agencias temporales.

Nuestra intención es lidiar con el exceso de tripulación debido a la falta de entrega de aeronaves MAX sin pérdidas de trabajo, pero no podemos descartar despidos si no hay alternativas a tiempo parcial de forma voluntaria”, explica la misiva de Ryanair.

Para los sindicatos, esta decisión se contradice con la reciente decisión de Ryanair de añadir un nuevo avión a la base de Santiago de Compostela, sumando así dos aeronaves. Y más cuando la compañía de bajo coste ha argumentado los despidos por falta de aviones.

Amenaza de otro ERE

Los sindicatos están esperando a que Ryanair realice el anuncio de forma oficial ya que “estaríamos ante el segundo Expediente de Regulación de Empleo (ERE)” de la compañía. Cabe recordar que la aerolínea puso en marcha otro despido colectivo que afectó a 224 trabajadores.

Y por este mismo motivo, el próximo 10 de marzo se celebrará el juicio ante la Audiencia Nacional por la demanda interpuesta por los sindicatos de los tripulantes de cabina y pilotos de avión contra Ryanair para impugnar el ERE.

Según detalló USO, la demanda también incluye el chantaje” realizado por Ryanair a los trabajadores de Girona para cambiar sus contratos a fijos discontinuos si querían que la base permaneciera abierta.

En España, actualmente Ryanair cuenta con nueve bases y presencia en 26 aeropuertos, donde trabajan unas 3.000 personas. El pasado 8 de enero, la aerolínea cerró las bases de Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote aludiendo a los problemas con el 737 MAX.

Investigada por ayudas ilegales

Por si fuera poco, Ryanair está siendo investigada por supuestas ayudas ilegales en los acuerdos suscritos con los aeropuertos de Girona-Costra Brava y Reus.

Bruselas abrió esta investigación hace ya siete años para examinar si los contratos comerciales cerrados por autoridades públicas españolas con Ryanair y otras aerolíneas, que no ha especificado, cumplían con las normas europeas en materia de ayudas de Estado.



Por su parte, la irlandesa se defiende. “Todos los acuerdos de colaboración que Ryanair tiene con los aeropuertos se encuentran dentro del marco de regulación sobre ayudas estatales”, explican fuentes de la compañía a este medio.

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