La sociedad Ferrado Inmuebles, a través de la cual Sandra Ortega, la hija mayor de Amancio Ortega gestiona sus propiedades, ha logrado cerrar el último ejercicio con un beneficio neto de 54,2 millones de euros frente a las contundentes pérdidas de 128 millones de doce meses antes. Este es el mayor beneficio de toda su historia.

Además, el patrimonio neto se disparó de los 16 millones logrados en 2020 a los 583 millones. Es decir, casi 40 veces más que en el ejercicio precedente, mientras que el resultado de explotación fue de 48,5 millones y los activos se elevaron desde los 553 millones a los 645 millones.

No obstante, el volumen de facturación cayó de los 54 millones a los 12,5 millones. Además, los ingresos por prestaciones de servicios descendieron de 15,4 millones alcanzados en 2020 a 9,2 millones. 

A 31 de diciembre de 2021, la sociedad disponía de inversiones que están situadas fuera del territorio español, cuyo valor de coste ascendía 127,5 millones de euros. Así, su filial en Estados Unidos le aportó 18,5 millones, mientras que la segunda sociedad más importante a nivel ingresos sería la de Luxemburgo con 16,02 millones, pero de esta solo posé el 45%.

Ferrado también realizó una ampliación de capital que supuso la emisión de 150.000 participaciones sociales de 100 euros de valor nominal cada una y la incorporación de una prima de 426 millones.

Conflictos con Room Mate

Uno de los negocios de la inmobiliaria de Sandra Ortega es Room Mate. Sin embargo, los resultados no han sido positivos y el pasado mes de mayo la empresaria emprendió un proceso de desahucio a la cadena hotelera Room Mate al exigir el pago del 100% de las rentas de alquiler por sus hoteles en Nueva York y otro en Miami.

Se trató de dos edificios que Sandra Ortega le alquilaba a través de su sociedad Rosp Corunna. El hotel de Nueva York estuvo cedido durante la pandemia, a petición de la Asociación de Enfermeras de Nueva York, para atender a los afectados por la pandemia del coronavirus en su momento más álgido, y el segundo de ellos, el de Miami, se mantuvo cerrado al igual que el resto de hoteles de la compañía en los momentos más duros de la pandemia a nivel mundial.

Fachada de Room Mate.

Cabe resaltar que a Room Mate, la pandemia de la Covid le ocasionó fuertes pérdidas hasta el punto de pedir a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) un rescate de cerca de 50 millones, que rechazó darle.

Tras el rechazo de la SEPI, la cadena se vio obligada a presentar el concurso de acreedores voluntario con venta de unidad productiva acompañada de una oferta vinculante por parte de un inversor que plantea la continuidad del negocio y el mantenimiento de los 1.000 puestos de trabajo.

[Angelo Gordon y Westmon compran la cadena hotelera Room Mate]

"A pesar de esta difícil coyuntura, y aunque la compañía está en proceso de regularizar el pago con la mayoría de sus proveedores y está en el camino adecuado para su recuperación, el proceso concursal es la fórmula más adecuada para su viabilidad futura", explicó la compañía en su día.

Y la oferta llegó el pasado mes de julio. El fondo Angelo Gordon y Westmon compró los hoteles de la cadena fundada por Kike Sarasola. De esta forma, los trabajadores con los que cuenta la compañía en sus 23 hoteles, podrán mantener sus puestos.