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La Planificación de la red de transporte 2025-2030, presentada por el Gobierno y en periodo de alegaciones hasta el próximo 9 de diciembre, ha incluido la esperada línea eléctrica de alta tensión que ampliará en 3 GW (gigavatios) la capacidad para el polo petroquímico de Tarragona.
Un diseño pensado para la electrificación de muchos de los proceso de calor de la industria que está ubicada allí, hasta ahora muy gasintensiva, y para la llegada de nuevas industrias en busca de precios eléctricos más bajos respecto a otros países europeos.
Este complejo destaca como el mayor centro químico y petroquímico del sur de Europa, donde se concentran grandes empresas como BASF, Repsol, Dow Chemical, Covestro (antigua Bayer), Clariant o Carburos Messer.
También compañías como Ercros operan plantas de productos clorados y de servicios auxiliares a otras químicas del recinto.
Se trata de la renovación del eje Escatrón (Zaragoza), Els Aubals (Ribera del Ebro) y La Secuita (Tarragona), con unos 1.300 propietarios implicados y un trazado de 181 kilómetros no lineales (con ramales), según consta en la planificación del Gobierno.
Esos 3 GW serían, prácticamente, la misma capacidad que suman de las centrales nucleares de Ascó I y II y Vandellós II, (la línea actual que llega al polo es de 500 MW). Se consideran imprescindibles para ese cinturón químico y petroquímico de Tarragona porque abastecen de manera estable y segura una parte muy significativa de la electricidad.
"Si se cierran las nucleares de Ascó I y II y Vandellós II, todos los planes de electrificación de la industria que ya existe y la llegada de nueva estarían comprometidos", explican fuentes del sector eléctrico vinculados a ese área industrial.
Suministro estratégico
La generación conjunta de Ascó I, Ascó II y Vandellós II representó el 59,1% de la electricidad producida en Cataluña en 2024 y cubre en torno al 50% del consumo eléctrico de toda la comunidad.
La fiabilidad de estas centrales, presente en su alto factor de carga por encima del 80%, es esencial para asegurar la continuidad operativa de la industria química y pesada de Tarragona, que requiere un flujo energético constante e intenso, difícilmente sustituible por otras fuentes a corto plazo.
Refuerzo de la red de transporte - Polo Químico de Tarragona
En la Planificación presentada se señala que "se han priorizado los consumos asociados a la descarbonización de industria ya existente implantada en el territorio y a nuevos consumidores relacionados con industria manufacturera".
Pero también hay varios proyectos que podrían salir adelante. Por un lado, está una de las cinco gigafactorías de Inteligencia Artificial que se esperan construir en la Unión Europea, y por otro, más proyectos de industria electrointensiva.
Cuando esté finalizada, que se espera que sea en unos tres años de ejecución a partir del cierre del proceso de tramitación, aumentará la capacidad que llega al polo industrial que actualmente es de menos de 500 MW (el equivalente a medio reactor nuclear).
Se espera un coste casi 200 millones de euros, un beneficio socioeconómico de 68,6 millones de euros al año y una integración de renovables que generen más de 600.000 MWh/año.
Subestación eléctrica para IA
El borrador de planificación eléctrica 2025-2030 también contempla un punto de conexión en Móra la Nova, cerca del polígono petroquímico (a unos 60 km), para que la gigafactoría de inteligencia artificial tenga papeletas de ser ubicada allí.
El proyecto, un consorcio liderado por Telefónica, no está pensado como un centro de datos, sino que se ampliaría a reunir empresas tecnológicas en un clúster de alto valor.
El Gobierno prevé que la inversión público-privada necesaria para sacar adelante el proyecto podría ascender hasta los 5.000 millones de euros.
Por último, también se prevén necesarios refuerzos para la alimentación eléctrica de infraestructuras estratégicas de la futura red de hidrógeno, en particular en Zamora, La Rioja, Tarragona, Barcelona y Cantabria.
La Planificación de la red de transporte hasta 2030 supone ampliar el límite de inversiones para las redes eléctricas un 62% con más de 11.000 millones de euros entre distribución y transporte.
Plantea atender 27,7 GW desde la red de transporte, lo que implica multiplicar por 14 los 2 GW de la vigente Planificación con horizonte 2026. De esa cifra, 13,1 GW son para hidrógeno verde, 9 GW para nueva industria, 3,8 GW para los centros de datos, 1,2 GW para electrificar puertos y 559 MW para infraestructura ferroviaria.
