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La patronal eléctrica que agrupa a Iberdrola, Endesa y EDP -Aelec- ha valorado positivamente el nuevo plan para redes eléctricas del Gobierno para 2030, presentado la semana pasada.

Y ahora que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tiene la última palabra sobre el futuro modelo de retribución de las redes eléctricas, la patronal eléctrica espera que "lo adapte a la nueva planificación aprobada por el Gobierno".

Para Marta Castro, directora de Regulación de Aelec, el real decreto-ley incrementa los límites de inversión, reconoce el creciente interés de la generación renovable y las nuevas demandas de acceso a la red, y da un tratamiento igualitario a la red de transporte y a la de distribución.

Así lo reconoció durante la presentación del informe Conectando el futuro: redes eléctricas para una España más competitiva, presentado este miércoles en Madrid por Deloitte, en el que también valoró positivamente que "se reconozca la inversión anticipatoria y que se refuercen las redes para cumplir criterios de avifauna, digitalización y modernización”.

La asociación eléctrica espera que esta planificación sirva para que la CNMC reconsidere su propuesta de retribución de las redes, actualmente cuestionada por el sector por ser menos atractiva que en otros países europeos.

“En el proceso de audiencia pública en el que nos encontramos, el Ministerio debe enviar un informe sobre la tasa de retribución financiera que oriente a la CNMC para adaptar el modelo a la nueva norma”, recordó Castro.

"La CNMC estaba abierta a introducir ajustes en el modelo tan disruptivo que ha propuesto y ahora, con esta audiencia pública y el informe del Gobierno pendiente, es el momento idóneo para que el modelo retributivo se alinee con las necesidades de inversión en redes”, añadió.

Cabe recordar que en 2024 se registraron un total de 67,2 GW de solicitudes de acceso y conexión de la demanda, lo que equivale al 40% de la potencia contratada total en España (178 GW).

Sólo se concedieron el 9% (6,2 GW). La mitad (49%) del total fueron rechazadas y el 41% siguieron en tramitación.

Según reveló Castro, "las peticiones siguen creciendo y en el primer semestre de 2025 seguimos al mismo ritmo que en 2024".

Además, desde Aelec señalaron que, tras la publicación de los mapas de capacidad disponibles en España, han constatado que muchos promotores "han solicitado conexión en aquellas zonas donde la capacidad estaba a punto de agotarse".

Alertas del informe

Actualmente, el despliegue de las redes se está frenando como consecuencia de "un marco retributivo poco atractivo, las áreas de mejora administrativas, una retribución al capital insuficiente o la incertidumbre regulatoria", explicó el socio de Energía de Monitor Deloitte, Laureano Álvarez.

El análisis presentado por Deloitte considera imprescindible atraer inversión en redes a España mediante un marco regulatorio más competitivo que ajuste la tasa de retribución al coste real de capital y a los niveles de países europeos de referencia.

España es uno de los países con menor tasa de retribución financiera de las inversiones en redes, situada en torno al 5,58% (la propuesta actual de la CNMC es del 6,4%).

Las tasas de España contrastan con el 7,3% de Finlandia y Austria, el 7,4% de Alemania, el 7,5% del Reino Unido, el 8,7% de Italia o el 8,8% de Irlanda.

También subraya la necesidad de adecuar los límites de inversión, en línea con el nuevo Real Decreto de planes de inversión, para facilitar la conexión de nueva demanda y reducir el porcentaje de solicitudes rechazadas.

España está actualmente rezagada en inversión en redes eléctricas respecto a sus socios europeos. Mientras que Países Bajos dedica un 0,55% de su PIB a este capítulo, Alemania alcanza el 0,40%, Italia el 0,34% y Francia el 0,24%. En contraste, España apenas invierte un 0,18%.

Según Laureano Álvarez, el incremento del 60% previsto en el nuevo plan, nuestro país lograría situarse en un nivel intermedio entre Francia e Italia, un paso en la dirección correcta, aunque aún lejos del liderazgo europeo.

Asimismo, propone aprovechar mejor la red existente, priorizando proyectos más maduros, extendiendo las garantías económicas a solicitudes de baja tensión y estableciendo hitos intermedios que acrediten el grado de avance de los proyectos.

El fuerte incremento de solicitudes para conectarse a la red ha tensionado el sistema de tramitación, con tiempos de desarrollo muy dispares según la tecnología.

En el caso de la solar, los proyectos pueden tardar entre uno y cinco años en estar listos para construir, mientras que la eólica terrestre se mueve en una horquilla de dos a nueve años.

Las redes de media tensión requieren entre medio año y una década de tramitación, y las de alta tensión pueden demorarse hasta once años.

Finalmente, el informe presentado aboga por avanzar en la regulación de la flexibilidad, lo que permitiría habilitar un papel más activo del consumidor, fomentar la adaptación de la demanda y el almacenamiento energético y optimizar el uso de los recursos distribuidos.