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Nuevo pulso entre eléctricas y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por la rentabilidad de las redes. La propuesta de la CNMC para fijar la nueva tasa de retribución ha encendido las alarmas en el sector, que la percibe como una amenaza directa a la inversión.

Tras más de un año marcando esta tasa como línea roja, Iberdrola, Endesa y Naturgy se preparan para dar batalla en el actual periodo de alegaciones, que permanecerá abierto hasta el 31 de julio.

Las tres compañías distribuidoras tienen comprometidos 8.000 millones de euros de inversión en redes para el próximo trienio y han vinculado de forma reiterada sus planes a la estabilidad del marco regulatorio.

El organismo que preside Cani Fernández ha abierto la esperada consulta pública proponiendo una rentabilidad del 6,46% para el periodo 2026-2031. Aunque representa una subida frente al 5,58% vigente, se queda lejos del 7,5% que reclaman las grandes eléctricas.

Según fuentes del sector consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia, sólo en los activos existentes, esa diferencia implicaría un recorte de al menos 1.500 millones de euros respecto a las exigencias de las eléctricas para el próximo sexenio.

Las compañías defienden que la rentabilidad debería alinearse con la de países como Alemania, Italia, Grecia, Irlanda, Estados Unidos o varios de Latinoamérica, donde los retornos para redes eléctricas oscilan entre el 7% y el 9%.

Desde el punto de vista del regulador, esta rentabilidad garantiza un equilibrio entre la sostenibilidad financiera del sistema eléctrico y una retribución “razonable y suficiente” para las empresas, sin generar sobrevestes innecesarios para los consumidores.

Inversiones

Endesa, que reclama una tasa del 7,5%, ha sido especialmente contundente. En su hoja de ruta para el periodo 2025-2027 anunció un incremento del 45% en la inversión en redes, hasta alcanzar los 4.000 millones de euros. Pero el esfuerzo podría ir a más.

Durante la presentación del plan estratégico, su consejero delegado, José Bogas, advirtió de que, con una deuda neta de sólo 1,8 veces su ebitda, la compañía aún tiene margen financiero para invertir otros 4.000 millones, siempre que se den “las condiciones regulatorias adecuadas”.

Iberdrola, por su parte, ha comprometido 2.160 millones de euros en redes españolas entre 2024 y 2026, aunque también ha supeditado sus planes al marco normativo.

La compañía actualizará su estrategia el próximo 24 de septiembre, durante su Capital Markets Day, donde se espera que concrete su nueva apuesta por las infraestructuras eléctricas en España.

Por el momento, la eléctrica presidida por Ignacio Galán ha puesto el foco en mercados con marcos más estables. Para 2030, ya ha comprometido inversiones por 17.000 millones en EEUU y 12.400 millones en Reino Unido, mientras en España se ha mostrado más prudente ante la incertidumbre sobre la retribución y los topes de inversión.

Galán ha sido contundente: “Invertiremos en redes eléctricas, pero debe haber certidumbre, sin topes y sin retroactividad", advertía hace unas semanas en el Foro Global Trends 2025, organizado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España.

A su juicio, estas infraestructuras requieren horizontes de maduración de entre 40 y 60 años, y para movilizar la inversión necesaria -la UE estima 1,2 billones de euros- se necesitan “rendimientos atractivos y agilidad en los permisos”.

Naturgy, por su parte, ha adoptado una postura más cautelosa. Su negocio no sólo depende de la tasa de retribución eléctrica, sino que tiene una exposición incluso mayor a la retribución del gas.

La compañía ha comprometido alrededor de 1.600 millones de euros en redes de electricidad hasta 2027, pero ha insistido en la necesidad urgente de mejorar la retribución actual.

La compañía analizó en profundidad las necesidades del sistema en un informe elaborado por Arthur D. Little, publicado por Fundación Naturgy en 2024. En este estudio, la consultora situaba la tasa de retribución razonable para el periodo 2026-2031 en el 7,05%, también por encima de la propuesta final de la CNMC.

Respuesta del mercado

La reacción del mercado no se ha hecho esperar. Las principales eléctricas españolas han encajado este lunes un duro golpe bursátil tras la publicación de la propuesta de la CNMC. En conjunto, Iberdrola, Endesa, Naturgy y también Redeia han perdido casi 2.000 millones de euros de capitalización bursátil.

Endesa fue la más castigada, con una caída del 2,33%, hasta los 26,42 euros por acción, lo que supone una pérdida de 667 millones de euros en valor de mercado.

Le siguió Iberdrola, que retrocedió un 1,07%, hasta 15,73 euros por título, con un recorte de capitalización superior a los 1.060 millones de euros.

Naturgy tampoco escapó al castigo y cerró con un descenso del 0,94%, hasta 27,26 euros, lo que se traduce en unos 250 millones de euros menos en su valoración bursátil.

La que mejor resistió el golpe fue Redeia, matriz de Red Eléctrica, que apenas cedió un 0,17%, hasta 17,74 euros por acción, con un impacto muy limitado: 16 millones de euros.