El Gobierno ha aprobado en Consejo de Ministros el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (ERHA), tal y como publicó en exclusiva EL ESPAÑOL-Invertia. Con ello se pretende desarrollar tecnología, conocimiento, capacidades industriales y nuevos modelos de negocio que refuercen la posición del liderazgo del país en el campo de las energías limpias.

"La enorme volatilidad de la energía en estos momentos hay que acelerar la transición energética", ha dicho la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera

"Se necesita reducir la dependencia de España de los combustibles fósiles porque la volatilidad puede durar un tiempo y eso afecta a la economía en su conjunto, pero no queremos incrementar la dependencia tecnológica (es lo que la UE llama la autonomía estratégica". 

Por eso, se quiere aprovechar las capacidades industriales del país y para ello contará a partir de ahora con un marco operativo.

Esos instrumentos y medidas movilizarán una inversión total superior a 16.300 millones de euros para construir una transición energética 'designed & made in Spain', maximizando las oportunidades económicas, industriales, laborales, de innovación y de implicación de la ciudadanía y las Pymes. Permitirá crear más de 280.000 empleos, entre directos, indirectos e inducidos en el resto de la economía.

España, potencial mundial en renovables

España es una potencia mundial en renovables. Cuenta con el mayor recurso solar de Europa y también destaca por su recurso eólico. El país dispone de una poderosa cadena de valor industrial en la tecnología fotovoltaica –produce el 60% de los componentes– y en la eólica, que fabrica el 90% de los equipos y es el tercer país de la UE en I+D.

También lidera la integración de la generación renovable en el sistema eléctrico.

Esta capacidad sitúa a España en una posición privilegiada para avanzar en tecnologías en fase de desarrollo, como el hidrógeno renovable o el almacenamiento o las tecnologías marinas flotantes, que serán fundamentales en el proceso de descarbonización, y que aportarán riqueza y empleo de calidad, sostenible a largo plazo.

Es en este contexto en el que se diseña el PERTE ERHA, con la finalidad de posicionar España como referente tecnológico, desarrollar y desplegar tecnologías, consolidar las cadenas de valor de las energías renovables, e impulsar la innovación social y de modelos de negocio y su integración en los dsintintos sectores productivos.

"Queremos consolidar nuestra posición en el mercado del hidrógeno renovabe y para ello, nuestro objetivo es conseguir el 10% de la capacidad ambicionada en la Estrategia Europea", añade Ribera. 

Un 40% del presupuesto

El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) establece que casi un 40% de las inversiones se destinarán a la transición ecológica.

El PERTE ERHA es una de las herramientas destacadas del Plan y está vinculado a los Componentes 7, 8, 9, 10 y 17, dedicados a las renovables innovadores; al almacenamiento, la flexibilidad y los nuevos modelos de gestión inteligente de la energía; al hidrógeno renovable; a la Estrategia de Transición Justa; y a los planes complementarios de I+D+i, respectivamente.

Este ámbito troncal incluye 25 medidas transformadoras, con un presupuesto público del MITECO de 3.558 millones y se calcula que canalizarán otros 5.390 millones de capital privado.

Convocatorias de la próxima semana

La vicepresidenta tercera ha anunciado que "la semana que viene se comenzará a lanzar convocatorias de los primeros proyectos, que esperamos que estén resueltas en el primer trimestre de 2022".

"Se comenzará con el apoyo económico a la cadena de valor del hidrógeno renovable, a sectores industriales como fertilizantes o acero renovable, a las diferentes tecnologías del almacenamiento y a proyectos pilotos con componente social, como son las comunidades energéticas". 

Por último, Ribera ha vuelto a reiterar que se mantiene el compromiso del Gobierno de que los hogares pagarán una factura de la luz en 2021 similar a la de 2018, pese a que los precios en el mercado mayorista ya se están acercando a los 300 euros/MWh. 

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