La industria de la cogeneración ve que tiene que arrancar en su transición energética hacia un modelo más descarbonizado de producción, pero no le salen la cuentas. Según una encuesta realizada por la patronal Acogen, los cogeneradores españoles de 2021 atraviesan una situación límite.

Realizan su actividad sin un marco de cogeneración de futuro, inmersos en plena crisis post-COVID y con los costes energéticos y ambientales en feroz escalada; perspectivas muy preocupantes a corto y medio plazo.

El 80% de sus competidores directos —fundamentalmente europeos— utilizan cogeneración a gas y otras tecnologías de economía circular (biomasa, biogás, valorización de residuos…) que también emplean las industrias españolas, que señalan como principal desventaja que no cuentan en nuestro país con marcos de cogeneración a futuro.

La mayoría de la industria de cogeneración (78%) constatan que las inversiones de las multinacionales en sus industrias en España se retrasan por la incertidumbre y la falta de apoyo a la cogeneración en nuestro país y por la expectativa de que nuestros costes energéticos continúan en franca escalada. La mitad se integra en este tipo de grupos.

Sólo el 18% de estas multinacionales señala el marco laboral y 25% el marco fiscal como causas determinantes del retraso de sus inversiones en España.

Por eso, alertan de las graves consecuencias del fin de vida útil de sus plantas en los próximos 3 años que afectará a cientos de industrias, afirmando que si no se toman medidas generará gravísimas consecuencias para las industrias calorintensivas: 82% señala pérdida de competitividad de las fábricas, 57% destacan imposibilidad de trasladar las pérdidas al precio del producto y la mayoría califican la situación de frustración industrial al no haber alternativa mejor a la cogeneración.

En definitiva, consideran urgente y necesario un marco de futuro para la cogeneración en España a semejanza de otros países europeos que promueven y emplean también cogeneración.

Hibridación con renovables

Ante el nuevo marco legislativo europeo y español, saben que tienen que hacer cambios en sus negocios, pero manteniendo la competitividad y el empleo en sus industrias. De ahí que ya están analizando y evaluando las posibles alternativas económicas, tecnológicas y ecológicas. 

Según la encuesta de Acogen, los cogeneradores están esperando la anunciada convocatoria de subastas de cogeneración por el Ministerio y señalan imprescindible que se actualice el precio de CO2, que les reconocen actualmente en 24 €/Ton CO2 cuando los precios ya han rebasado los 50 €/Ton CO2.

Los planes de hibridación de la cogeneración con otras tecnologías renovables están muy avanzados en sus industrias: 70% de los cogeneradores han evaluado instalar fotovoltaica en sus cubiertas; 48% estudian implementar más biomasa; 41% evalúa valorizar residuos energéticamente y el 26% recurriría al biogás y otros gases renovables.

Sin embargo, y pese a evaluar la implementación de todas estas posibles alternativas, los cogeneradores afirman que la efectividad de las nuevas tecnologías es muy limitada para lograr el autoabastecimiento continuo de sus industrias calorintensivas: 50% afirman que solo es posible reemplazar en sus industrias hasta un 30% de los combustibles y demandas eléctricas.

La falta de rentabilidad económica, periodos de retorno demasiado largos y la volatilidad e incertidumbre del momento, hacen que los cogeneradores frenen por el momento sus inversiones e hibridaciones en renovables que planifican masivamente a 2030.

Además, como observan una fuerte evolución de los costes energéticos y ambientales, es otro punto más de desincentivo. Ven a medio plazo el CO2 a más de 50€/Ton, subidas de más 15% en electricidad, del 6% en gas y de más del 30% en los tratamientos ambientales.

Para el 61% de los cogeneradores, si no se desarrolla un marco industrial integral de cogeneración y también CO2, vertidos, impuestos y tasas, se pondrá en claro riesgo la competitividad de las industrias.

Quién es cogenerador

El perfil del cogenerador español de 2021 es una industria calorintensiva —80% consume el doble de calor que de electricidad—, funcionando en continuo 24/7, y con la cogeneración como tecnología de referencia para transformar gas en el calor y la electricidad que necesita para su proceso productivo.

Sus costes energéticos, de CO2 y gestión ambiental suponen entre el 15% y 20% -más que de mano de obra- de los de fabricación, un porcentaje determinante de su competitividad.

El cogenerador tipo mantiene una actividad fuertemente exportadora —el 51% exporta más del 30% de lo que produce y el 38% más del 50%—.

El 51% de los cogeneradores españoles está integrado en multinacionales. Y, curiosamente, la cogeneración a gas es también la tecnología de referencia para el 80% de sus competidores directos, sobre todo de otros países europeos.

El 90% considera inviable electrificar el calor de los procesos de fabricación.

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