Tras la borrasca Filomena, que ha afectado a toda España y en particular a la capital, la ola de frío ha traído temperaturas bajo cero que ha mantenido en alerta a muchas zonas del país. Es el momento de tomar ciertas precauciones para evitar sustos en la factura de la luz y del gas a final de mes

Existen numerosos estudios para que los hogares puedan reducir en la medida de lo posible los elevados costes de encender la calefacción ya sea por gas o eléctrica. Lo más importante es conseguir que la vivienda sea lo más eficiente posible, y sobre todo, que a las familias no se les dispare el recibo cuando llegue en unas semanas. 

Comercializadoras de electricidad 100% verde, como Bulb o Lucera, asociaciones de consumidores como OCU o Facua, entidades financieras, como  UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios), señalan algunas claves para optimizar el uso de la calefacción y de la electricidad.



1. No utilizar la temperatura máxima

Lo ideal es mantener los radiadores a 20-21ºC durante el día, ya que por cada grado que aumentemos la temperatura de la calefacción, se incrementa el consumo de energía aproximadamente en un 7%. Mantén una temperatura constante y ten paciencia ayudado por ropa de abrigo, hasta que toda la casa coja la misma temperatura. Durante la noche, que permanecemos abrigados y estáticos, se recomienda bajarla a 17ºC.

2. Utilizar termostatos y programación

Una buena opción es contar con un termostato digital, ya que son más precisos y se pueden programar fácilmente e incluso desde una App en el móvil. Es importante configurarlo para que la temperatura baje mientras dormimos (17º será más que suficiente) o se apague o bajemos a 7ºC cuando no estamos en casa. El uso de estos dispositivos ayuda a mantener la temperatura controlada.

3. Aislantes térmicos

El armario no es lo único que hay que cambiar de cara al invierno. Hay que apostar por métodos eficientes que eviten en mayor medida las pérdidas de calor y en consecuencia un mayor consumo eléctrico. Las cortinas, alfombras, mantas y el suelo de parqué son buenos aliados para que no se escape ese calor. De este modo, la casa se mantendrá caliente gracias al calor residual sin gastar de más.

4. Mantener la temperatura de confort y por estancias

Con una temperatura de entre 19-21ºC en invierno estaremos cómodos en casa y seremos eficientes. En estancias que no se estén utilizando, podemos mantener la temperatura por debajo y así el ahorro será mayor. Existen válvulas inteligentes para radiadores que nos permiten programar diferentes temperaturas para diferentes habitaciones.

5. Bombas de calor

Es un método eficiente y sostenible no muy utilizado en España pero cuyo consumo de energía es muy reducido en comparación a su rendimiento. Este sistema puede utilizarse como calefacción y refrigeración e incluso para generar agua caliente sanitaria para la vivienda. Además, las bombas de calor utilizan una fuente de energía 100% renovable. Una opción clara para ser eficiente, sostenible y ahorrar energía en casa.

6. Desenchufa para ahorrar

Es muy importante desconectar los dispositivos al final del día. Algunos artículos electrónicos extraen electricidad de la toma de corriente, incluso cuando están apagados o en modo ‘stand-by’, por eso se les conoce como «vampiros eléctricos». Desenchufar los dispositivos, (tu ordenador, por ejemplo) no solo te permitirá reducir tus facturas en 7,45€ al año, sino también ahorrarle al planeta hasta 28,5 kg de emisiones de CO2 cada año.

7. Luces LED

Ha llegado el momento de dirigirte a un punto limpio para tirar bombillas incandescentes, halógenas o fluorescentes y apostarlo todo al LED. Con esta tecnología no solo puedes ahorrar hasta un 80% en tu consumo, sino que utilizarás un dispositivo con una prolongada vida útil, que se estima en 20 años de uso diario o 175.000 horas. Además, aportan luz inmediata (sin parpadeos), no emiten y son más respetuosas con el medio ambiente.



8. No pongas obstáculos: tener un sofá, una mesa, una cama o unas cortinas bloqueando un radiador minimiza el efecto de la calefacción, dado que el calor es absorbido por los muebles. Secar la ropa en el radiador puede tener el mismo efecto, por lo que necesitarás más energía para calentar la habitación. Y puede generar humedad adicional en el aire y condensación. Para resolver este dilema, ¿por qué no pruebas a redistribuir los muebles de tu habitación o salón para que el radiador quede libre? Así llegará el calor a toda la sala y, de paso, le darás un nuevo aire a la estancia.



9. Cuidado en la cocina: nevera, lavavajillas, horno… la cocina está llena de electrodomésticos que consumen mucha energía. Por lo general, +5°C es suficiente para un frigorífico y -18°C para un congelador. Además, intenta no meter comida caliente en la nevera y optimiza el almacenamiento para que el frío se distribuya correctamente. En cuanto al lavavajillas, utilízalo sólo cuando esté completamente lleno e intenta poner siempre los programas de lavado “eco” y de baja temperatura, así evitarás que la energía se vaya en calentar el agua. Por último, calienta la comida en el microondas en lugar de en el horno, ya que es uno de los electrodomésticos que más energía consumen. El microondas es más eficiente y tarda menos.

10. Recupera antiguos pasatiempos: hace frío en la calle, apenas se puede caminar por las aceras cubiertas de nieve, y la opción de pasar más tiempo enfrente del televisor gana fuerza. ¿Sabías que una hora de Netflix consume 6,1 kilovatios hora de electricidad? Es la misma energía que consume una bombilla LED durante todo un mes. Así que, ¿por qué no recuperar antiguos pasatiempos como leer, pintar o aprender a tocar un instrumento?

Otros consejos más allá de los meses fríos y que debes adoptar durante todo el año, sobre todo para electricidad, son:

Luz natural: aprovechar al máximo todas las horas de sol con las cortinas y persianas abiertas para que entre la luz natural. Apagar siempre la luz si no se está utilizando o no es estrictamente necesaria.

- Potencia real vs contratada: normalmente la potencia eléctrica contratada es mayor a la necesidad real de consumo de un hogar, pagando un coste superior al que realmente se necesita. Por tanto, es recomendable revisar la potencia de electricidad contratada, es decir el número de aparatos que se pueden tener enchufados al mismo tiempo sin que salte la luz.

- Tarifa de discriminación horaria: Se trata de concentrar una gran parte del consumo eléctrico (al menos el 30%) en una franja horaria que va de las 22h hasta las 12h todo el año y desde las 23h a las 13h en verano. En los hogares con tarifa PVPC, es mejor concentrar el consumo eléctrico el fin de semana, que suele ser más económico.

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