Boris Johnson, primer ministro de Reino Unido, ha presentado su ambicioso plan para una revolución industrial verde que creará y apoyará hasta 250.000 puestos de trabajo británicos.

El plan incluye objetivos de energía limpia, transporte, biodiversidad y tecnologías innovadoras. De esta manera, permitirá a Reino Unido seguir adelante con su contribución al cambio climático para 2050, algo particularmente crucial en el período previo a la Cumbre Climática COP26 en Glasgow el próximo año.

El plan movilizará 12.000 millones de libras (13.500 millones de euros) de inversión gubernamental para crear y respaldar hasta 250.000 empleos verdes altamente calificados en el Reino Unido, y estimulará tres veces más al sector privado.

Fin al coche convencional



El plan también incuye la prohibición de vender nuevos turismos de combustión a partir de 2030, con una prohibición adicional de 2035 para los híbridos eléctricos/diésel. Esta nueva fecha de 2030 pone al Reino Unido por delante de Francia y España, que tienen fechas de 2040, y en línea con Irlanda y los Países Bajos. El único país con un objetivo más ambicioso es Noruega, que tiene una fecha de 2025. Se anticipa que la nueva fecha de 2030 creará 24.000 empleos en el Reino Unido.

Esta política también ayudará a poner al Reino Unido en camino de alcanzar cero emisiones netas lo que supone una fuerte muestra de ambición antes de que publique sus propios objetivos de reducción de carbono antes de la COP del próximo año.

El impacto global de la decisión del Reino Unido será significativo. Según la base de datos de la ONU Comtrade, España exporta el 11% del total de sus exportaciones de coches al Reino Unido. De hecho, el Reino Unido representa un porcentaje significativo de las exportaciones de 8 de los 15 principales países exportadores de vehículos turismos; por ejemplo, Alemania (12,6%), Bélgica (20,4%) y Francia (7,6%).

La ambición del Reino Unido ha aumentado dramáticamente en un corto período de tiempo. En julio de 2017, el Reino Unido prohibió la venta de todos los coches y furgonetas de diésel y gasolina a partir de 2040. En febrero de 2020, se adelantó la prohibición de la compra de nuevos automóviles y camionetas de gasolina, diésel o híbridos de 2040 a 2035, y el Gobierno también inició una consulta para recabar opiniones sobre la viabilidad de una transición aún más rápida.

El anuncio demuestra la rapidez con que se está llevando a cabo la transición a bajas emisiones. Los cuatro mayores operadores de flotas del Reino Unido, BT y Openreach, Centrica, DPD UK y Royal Mail están a favor de la medida.

Aunque es un hito significativo, la nueva fecha de eliminación gradual del Reino Unido es parte de un desarrollo mucho más amplio. Datos recientes revelan que, en septiembre de este año, la gente en Europa compró más vehículos electrificados - vehículos eléctricos e híbridos - que vehículos diésel, según JATO Dynamics. Aunque las ventas de coches nuevos cayeron un 29% durante los primeros nueve meses de 2020 en Europa debido a la pandemia, el mayor golpe lo sufrieron los vehículos diésel, que supusieron sólo el 24,8% de la cuota de mercado el mes pasado.

Cambio de modelo

Para los fabricantes de automóviles tradicionales, el cambio a la electrificación y la automatización había llevado a una pérdida significativa de empleo incluso antes de la pandemia. Los fabricantes de automóviles alemanes eliminaron 50.000 puestos de trabajo en 2019, y se espera que la desaceleración económica provoque nuevos despidos en 2020.

De hecho, el desempleo en el sector automovilístico podría llegar a 410.000 para 2030, según un estudio financiado por el gobierno alemán. Alemania tiene la mayor fuerza laboral del sector automovilístico en Europa con 869.000 empleados en 2017, seguida de Francia (223.000), Polonia (203.000), el Reino Unido (186.000), Italia (163.000) y España (158.000).

Un estudio realizado por Transport & Environment concluye que, si los fabricantes de automóviles de la UE aceleran los planes de producción de vehículos eléctricos, los puestos de trabajo en el sector automovilístico podrían aumentar hasta el 108% de los niveles de empleo actuales.

En la UE, se generarán 206.000 empleos adicionales netos para 2030. El impacto neto en el empleo del cambio a los VE será de entre 66.000 y 71.000 empleos en Francia, y 23.185 en España. En Alemania, la transición al transporte con bajas emisiones de carbono generará un empleo neto de 145.000 puestos de trabajo para 2030. Otros estudios muestran los efectos macroeconómicos positivos del paso de los automóviles ICE a los vehículos eléctricos en toda la UE.

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