El confinamiento de los meses pasados para impedir la expansión del coronavirus cortó las alas al autoconsumo, especialmente en el incipiente mercado residencial. Un cambio de timón que enfrió al sector justo cuando estaba calentando motores.
2020 estaba llamado a convertirse en el año del autoconsumo en España, donde se preveía un crecimiento del 300% o 400% respecto al año anterior, y pese a que la llegada de la Covid-19 puso a muchos nerviosos, la realidad es que solo ha sido un parón de unos meses, especialmente para las familias.
"El sector doméstico está creciendo por encima del año pasado", explica a Invertia José Donoso, director general de la asociación del sector solar UNEF, "y se ha activado debido a varias razones: la primera es que cada día más ayuntamientos están concediendo más incentivos fiscales para la instalación de autoconsumo entre sus vecinos, lo que fomenta su desarrollo".
"Pero también hay otras dos razones más. Una de ellas es que durante el confinamiento las familias han ahorrado. No había mucho donde gastar, había que estar en casa, con todo el ocio, los viajes y las tiendas cerradas".
"Y durante ese confinamiento las familias han tenido tiempo para pensar, para echar números y comprobar que es una opción que les puede salir rentable para ahorrar en el gasto energético", ha añadido.
Las comunidades de vecinos, las más activas
Unos datos que corroboran lo que afirma la empresa de autoconsumo PV Solar. Asegura que la implantación de paneles fotovoltaicos en las comunidades de vecinos se revela como la iniciativa de más éxito para disminuir el gasto energético.
Para su CEO, Sebastián Martínez, “quien tiene un tejado, tiene un tesoro”. Además, señala, las claves para decidir instalar placas solares en las viviendas son la suma del teletrabajo tras el confinamiento, la reducción de las trabas administrativas, la deducción del IBI y el calor.
El dirigente de PV Solar afirma que “cada vez son más los edificios de viviendas que empezarán este verano con el autoconsumo. De esta manera, podrán ser los dueños de su propia energía con una pequeña inversión que se recupera en cuestión de, aproximadamente, cuatro años. Todo ello gracias a instalaciones fotovoltaicas en sus azoteas y a un sistema que permite compartir la energía que producen entre vecinos del mismo bloque”. De esta forma, se obtiene ahorro en el recibo de luz, se podrán reducir las emisiones de CO2, y la parte de energía que produzcan estará desvinculada de posibles subidas de precio.
La fiebre del autoconsumo
En 2019 se desató la fiebre del autoconsumo tras el fin del impuesto al sol y tras la aprobación de una regulación específica. De hecho, solo en el último año la instalación de paneles se disparó hasta alcanzar los 459 MW, duplicando la potencia instalada del año anterior, 235 MW.
Según fuentes del sector, de esa capacidad, alrededor de un 10% está relacionada con el autoconsumo, sobre todo en pymes e industrias. "Se podría decir que se instalaron alrededor de 40 MW, teniendo en cuenta que cada instalación de autoconsumo solo suman unos cuantos kW".
Y es precisamente en pymes e industrias donde no termina de reactivarse. "En los peores meses de la pandemia el sector del autoconsumo se paralizó y aunque ya se ha activado no ha sido al ritmo preCovid", concluye Donoso, "hay ciertas industrias, como la agroalimentaria, que incluso les ha beneficiado la crisis sanitaria pero la mayoría de las empresas prefieren ver cómo evoluciona la situación económica antes de animarse a invertir en autoconsumo".
En 2018, el sector fotovoltaico, en donde se incluye el autoconsumo, empleaba a unas 29.000 personas, entre empleos directos, indirectos e inducidos, una cifra que para 2019 se duplicó hasta entre 50.000 y 60.000, según cifras del último informe de UNEF.
Capacidad como en Alemania o Reino Unido
Incluso un análisis realizado por el Observatorio de la Sostenibilidad (OS) ha afirmado que España podría tener capacidad para desplegar de aquí a 2025 hasta un millón de paneles solares en tejados, lo que supondría la instalación de 17.603 hectáreas de tejados, con los que se podría abastecer a una población de 7,5 millones de personas, el equivalente a los sistemas no peninsulares.
Esta apuesta estudiada por los investigadores del OS generaría además 15.532 empleos y evitaría la emisión de 4,2 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.
De acuerdo con este estudio, con este despliegue de tejados solares España podría aproximarse a países del entorno que ya en 2020 disponen de 1,4 millones de tejados solares, como Alemania; 0,6 millones en Italia, 0,8 millones en Reino Unido, frente a España, que en 2020 cuenta con 10.000 tejados solares.