“Voy a comer con Don Simón”. Con ese eslogan y una campaña publicitaria con personajes conocidos en la época, García Carrión consiguió introducir a principios de los años 80 la filosofía de comer con su vino de mesa Don Simón, cuya principal novedad era su envase en un tetrabrik. Ahora, tras 40 años su historia sigue apuntalando su presente y futuro con un negocio más diversificado. 

En menos de dos años, el vino Don Simón se convirtió en líder del mercado. En parte, gracias a las numerosas campañas de publicidad con muchos spot televisivos, pero también por introducir novedades en sus envases.

Anuncio Voy a comer con Don Simón

El brik revolucionó el mercado del vino. ¿Por qué? Porque aquel vino, que pasaría en seguida a formar parte del día a día de los españoles, no llegaba en la tradicional botella retornable de la época sino en un envase práctico, de poco peso y no retornable. Además, el precio también fue un buen reclamo además de los spots publicitarios. 

“El hecho de envasar vino en brik suponía para muchos un desafío a la tradición. A pesar de todas las dificultades, nosotros creímos en el proyecto, y estábamos convencidos de que, dando una calidad superior a la que había en ese momento en vinos de mesa, el consumidor lo aceptaría”, recuerda José García Carrión (hijo del fundador del grupo).

Coincidiendo con el aniversario de sus 40 años, Don Simón ha lanzado un nuevo vino tinto tempranillo y blanco verdejo en botella de cristal de 1 litro con una apuesta de García Carrión por la sostenibilidad: la botella es ecológica y más ligera. Y otra vez, el grupo ha tirado de spot televisivo.

Actualmente, la compañía mantiene una fuerte apuesta por la sostenibilidad en todas sus vertientes: packaging, agricultura km 0, acuerdos con más de 40.000 agricultores a largo plazo, materia prima española…

Zumo Don Simón

De vuelta a la historia de Don Simón, en 1986 llegó otro punto de inflexión en la empresa y en la propia marca. El grupo bodeguero decidió abrir el abanico y diversificar su negocio con el lanzamiento de su zumo de naranja

Aquí el dilema fue si usar o no el mismo nombre que para el vino: Don Simón. Tras mucho debate, valorando sus ventajas e inconvenientes, el grupo decidió usar la denominación Don Simón para sus zumos también a pesar de las voces críticas que les aconsejaron lo contrario. 

Era un momento complicado porque la marca estaba asociada al vino de mesa, que llegó a vender 70 millones de vino. Pero también eran conscientes de que ese consumo de vino iba decreciendo en España, mientras que el del zumo comenzaba a incrementarse. 

Así, en 1986 se lanzó su zumo de naranja Don Simón y en 1987 amplío la gama a néctares, mosto y sangría. A estos, se fue añadiendo otros productos como gazpacho, tinto de verano, caldos, bebidas vegetales, cremas o veggies y smoothies. Además, está presente en 150 países y en algunas categorías, como la sangría, es líder en el mercado. 

El boom del zumo se nota en sus cuentas. García Carrión facturó 849,3 millones de euros en el ejercicio 2019. De ellos, 478 millones de euros (+13%) corresponden al área de zumos y otros productos de alimentación, mientras que los vinos generaron 367,4 millones (-14%), según sus cuentas más actualizadas depositadas en el Registro Mercantil. 

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