El sector de la moda es uno de los más señalados por sus altos niveles de contaminación. Es responsable del 10% de las emisiones de CO2 y del 20% de las aguas residuales mundiales. En un contexto en el que ya no se perdonan estos datos, la industria se ha visto obligada a poner soluciones, o al menos intentarlo. Desde gigantes como Inditex, hasta otras compañías más pequeñas que se han atrevido a cambiar los hábitos de consumo.

En este último escalón están empresas como La Más Mona. Esta start-up española es pionera en nuestro país en poner en marcha un sistema de alquiler de ropa femenina de fiesta o de uso diario. El sistema es sencillo, se ofrecen dos servicios: uno para el uso de dos prendas durante 28 días (por 49 euros) y otro para cuatro prendas (por 89 euros). 

Se trata de una fórmula de consumir moda más sostenible y económica que arrancó en 2012. En ocho años, la actividad de esta compañías ha supuesto un ahorro de 165 millones de litros de agua, el equivalente a 70 piscinas olímpicas. Para 2023 habrá contribuido a ahorrar 6.200 millones, el consumo diario de toda la población española.

Hasta la fecha, la empresa ha realizado más de 33.000 alquileres, lo que ha supuesto un ahorro de más de 1.000 toneladas de CO2 (100 vueltas al mundo en avión). La Más Mona estima que en 2023 habrá contribuido a ahorrar 6.200 millones de litros de agua, el equivalente al consumo diario de 44 millones de personas. 

“Las prendas y accesorios se pueden llegar a utilizar hasta siete y 15 veces de media respectivamente, reduciendo la producción necesaria de artículos nuevos en un 90% (unos diez clientes pueden disfrutar de un mismo producto)”, explica su fundador y CEO, Polo Villaamil. 

Tiendas eco de Zara

No obstante, en el ojo del huracán se sitúan las grandes compañías como Inditex. El gigante fundado por Amancio Ortega adquirió el compromiso de que todas sus tiendas sean ecoeficientes en el año 2020 y, en el caso de Zara, este objetivo ya se ha logrado en 2019.

Inditex y otras grandes compañías textiles forman parte del Fashion Pact, el gran pacto global de la moda por la sostenibilidad. Una iniciativa lanzada por Francia en abril y que lidera François-Henri Pinault, presidente del grupo Kering que agrupa marcas como Gucci y Balenciaga. Una de las últimas españolas en sumarse fue Tendam (antiguo grupo Cortefiel).

Entre medias, hay compañías del sector que siguen anunciando la medida más convencional: la eliminación de las bolsas de plástico. La última ha sido C&A, que hará desaparecer de forma progresiva las bolsas de plástico de un solo uso en sus más de 1.400 tiendas en 18 países de Europa. 

En este sentido, el plan de Inditex va más allá. Suprimirá el uso de bolsas de plástico en 2020, en 2023 se habrán eliminado totalmente los plásticos de un solo uso para clientes, y en 2025 todos los residuos de los centros del grupo serán reciclados o reutilizados. Actualmente, Zara, Massimo Dutti, Zara Home y Uterqüe ya han eliminado completamente en todo el mundo las bolsas de plástico y el resto de cadenas lo harán este año. 

Medidas aplaudidas desde el sector. Si bien es cierto, aún falta mucho para reducir el impacto de, por ejemplo, fabricar una prenda de vestir. Proceso en el que se utilizan 5.000 litros de agua y se generan 35 kg de CO2. 

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