El pulso entre los accionistas de Dia va a más. En plena recta final del periodo ampliado para la aceptación de la opa de Mijail Fridman, la saga de empresarios franceses Bontoux-Halley ha anunciado la posibilidad de “aumentar su participación, para contribuir a la creación de un núcleo accionarial estable que contribuya a la recuperación de la situación financiera” de la compañía.

Después de que las expectativas que señalaban a los galos, antiguos dueños de Carrefour, como posibles ‘caballeros blancos’ frente a Fridman, anuncian que “van a estudiar” esta iniciativa en tiempo de descuento. Las eventuales compras de acciones se llevarían a cabo a través de su vehículo inversor domiciliado en Luxemburgo: Naturinvest.

Esta sociedad es la misma con la que hasta hace poco había formado una sindicatura de accionistas con los empresarios y hermanos españoles Gómez-Pablos mediante la que llegaron a aglutinar un 3,4% del capital de Dia. A principios de este mes de abril, en pleno arranque de la opa de Fridman, anunciaron la ruptura definitiva de su pacto, lo que según algunos analistas podría suponer que los españoles habrían optado por vender su participación al ruso a razón de los 0,67 euros por acción que ofrece y que reiteradamente se ha negado a mejorar.

La firma inversora de los Bontoux-Halley, que actualmente dice ser titular de un 3,261% del capital de Dia, señala que este importe “no refleja el valor” de la compañía, por lo que no va a aceptar la puja. En este sentido, este miércoles ha anunciado que “está dispuesta a estudiar y en su caso, participar, sujeto a las condiciones y términos legales aplicables en cada momento, en las opciones que puedan plantearse, tendentes a restablecer una situación financiera favorable en Dia”.

Hasta la fecha, no hay ninguna opción alternativa al plan de Fridman, supeditado al éxito de su opa y la posterior toma de control del consejo de administración del grupo de supermercados. Este es el motivo por el que el propio órgano rector de la sociedad y su primer espada, Borja de la Cierva, se han pronunciado en los últimos días a favor de la opa como antídoto a la eventual entrada en concurso de acreedores.

Y es que los accionistas minoritarios agrupados en la Asociación de Accionistas Defensores de Dia (AADD) han decidido, por ahora, dejar a un lado su propuesta de ampliar capital en 150 millones de euros y crear una socimi para poner en valor los activos inmobiliarios del grupo con tal de centrar sus esfuerzos en evitar que la oferta del ruso concluya en la exclusión forzosa de Dia de cotización en bolsa.

Mientras tanto, la duda está en si el 30 de abril terminará en resurrección para la compañía o en condena hacia el sepulcro del proceso concursal. Todo depende del apoyo que Mijail Fridman reciba finalmente para su opa o de si, a última hora, decide incluir algún cambio más de guion. Para cambiar condiciones y precios tiene hasta este jueves 25 de abril, mientras que para ampliar plazo cuenta con margen hasta el sábado 27 del mismo mes.

Aunque la prórroga ha añadido unos días más, las adhesiones cosechadas se quedan de momento muy lejos de sus objetivos, pues solo un 3,3% del capital ha mostrado intención de vender, cuando la opa está supeditada a que casi 11 veces ese porcentaje haga lo propio. El tope real está en los vencimientos de deuda que enfrenta Dia en causa patrimonial de disolución, un escenario que debería resolver antes del próximo 20 mayo para no entrar en proceso concursal. No obstante, sus amortizaciones más abultadas e inminentes están previstas para junio.

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