Fernando Cano Arturo Criado

Después de varias reuniones fallidas por videoconferencia, Duro Felguera no ha podido frenar la ejecución del aval de 48 millones de euros por parte de Dubai Bank. Hace unas semanas, la compañía española pidió un arbitraje para solucionar la situación e intentar volver a negociar los acuerdos de la construcción de una central eléctrica en el país de medio oriente, un contrato valorado en 204 millones de euros.

Según ha podido confirmar Invertia, se han mantenido contactos este jueves en los que Duro Felguera y el equipo del consejero delegado de la compañía, José María Orihuela, intentaron frenar in extremis la ejecución de los avales solicitada por Dubai Bank. Sin embargo, desde la empresa aseguran que se trata de una carta en la que se solicita una reunión para abordar el tema. 

La semana pasada se produjo una reunión similar que también terminó sin acuerdo. De esta manera, Dubai Bank ha vuelto a manifestar su intención de ejecutar el aval y ha solicitado recuperar los 48 millones de euros. Las medidas cautelares pedidas de Duro Felguera  quedan en el aire. 

Una situación que pone en serio riesgo de viabilidad a la compañía que después de múltiples reducciones tiene un capital de 4,8 millones de euros y 16 millones de patrimonio, según se reflejará en sus próximas cuentas anuales. Unas cifras que no pueden sostener un grupo que en 2019 facturó 397 millones de euros.

Si a esto le sumamos el proceso concursal que ha iniciado su filial en Australia, con un impacto estimado en sus cuentas de otros 60 millones de euros, las posibilidades de entrar en situación de patrimonio negativo y posteriomente en insolvencia, son bastante elevadas.

Desde Duro Felguera evitan hacer cualquier comentario respecto a esta información. Recuerdan, en cualquier caso, que existe una provisión de 156 millones de euros efectuada en febrero de 2019 para posibles litigios y contingencias con los proyectos legacy. Es decir, que cualquier problema iría contra ese dinero y no contra la caja de la sociedad. 

Relación con los bancos

El problema principal es que Duro Felguera ha vuelto a perder la confianza de la banca que no ve con buenos ojos la última propuesta del CEO José María Orihuela. La propuesta publicada por Cinco Días pide a la banca la compra de su deuda con una quita del 85% a los 85 millones que adeudan. 

Fuentes financieras insisten en que esa propuesta se puso encima de la mesa hace casi un año y, por ahora, no hay acuerdo. No se ve con malos ojos, pero para ejecutarla los bancos reclaman un plan de negocio que nunca llega. 

Desde el entorno de la asturiana recuerdan que los bancos ya conocen el plan de negocio, que es el presentado en la última junta de accionistas y que se está cumpliendo estrictamente. La única parte que no cumplen, explican, es el de la contratación porque los bancos no liberan los avales. 

Las entidades acreedoras de Duro Felguera, lideradas por Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell y Bankia son las únicas que podrían mantener a flote a la entidad, pero los últimos acontecimientos ponen en peligro esta relación. Estos bancos ya han asumido quitas por valor de unos 300 millones de euros en el pasado para salvar a la compañía asturiana.

En menos de un mes Duro Felguera deberá publicar sus cuentas que en estos momentos están siendo auditadas por Ernst & Young y los acontecimientos en Australia y Dubái ponen en riesgo cualquier valoración positiva de los auditores que se enfrentan a unos acontecimientos que ponen en peligro la viabilidad de la compañía.

El grupo asturiano logró en 2019 unas ganancias de 10,98 millones de euros. Cifra que contrasta con las pérdidas de más de 119 millones que cosechó en 2018 si se descuenta la inyección lograda por la ampliación de capital. 

Deuda neta

Estos resultados llegaron acompañados de unas ventas de 397,6 millones de euros lo que supuso una caída del 5% respecto a las del año anterior. La contratación ascendió a 105,5 millones, lo que supone un 35% más que en el 2018. 

La propia empresa reconoció que "la no disposición de la línea de avales comprometida en el acuerdo de refinanciación firmado en 2018, está dificultando alcanzar los niveles de contratación previstos en el plan estratégico".

La deuda neta de Duro Felguera alcanza los 3,5 millones de euros, aunque los pasivos netos llegan a los 128,3 millones de euros. El grupo también dice tener reclamaciones con clientes por valor de 244 millones que todavía no se han registrado en los estados financieros. Esperan que la mayor parte de esas reclamaciones sean favorables para la compañía.

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