Los bancos están endureciendo ya el acceso de los particulares a las hipotecas debido al deterioro económico que ya se está percibiendo y que podría terminar en recesión. De acuerdo con la Encuesta de Préstamos Bancarios del Banco de España el retroceso de la oferta de hipotecas por parte de las entidades ha registrado en el tercer trimestre "la caída más pronunciada desde 2008", el año en el que estalló la gran depresión.

Es cierto que los criterios de concesión de préstamos y, en concreto, de hipotecas, se endurecieron en los últimos tres meses tanto en España como en el resto de la Unión Europea. Y es que los bancos aplican la prudencia a la hora de conceder crédito debido al deterioro económico que se espera para el actual trimestre y el primero de 2023, al menos.

Así lo reflejan los datos del Banco de España. "Los criterios de concesión de préstamos y las condiciones generales aplicadas a los nuevos préstamos se habrían vuelto a endurecer de forma generalizada en el tercer trimestre de 2022. El retroceso de la oferta habría sido de mayor intensidad en el segmento de financiación a los hogares para adquisición de vivienda, que registró la caída más pronunciada desde 2008", indica el supervisor.

[La hipoteca fija se hace casi inalcanzable: la banca impone ya intereses de hasta el 5%]

En todo caso, los criterios de concesión de préstamos y las condiciones que los bancos aplican a los mismos se endurecieron "de forma generalizada", si bien es en las hipotecas donde más se produjo este fenómeno en el tercer trimestre.

Como explica el propio Banco de España, esta reducción de la oferta "respondería tanto al aumento de los riesgos percibidos por las entidades financieras, vinculado fundamentalmente con el deterioro de las perspectivas macroeconómicas, como, en menor medida, al incremento de sus costes de financiación, a consecuencia del proceso de normalización de la política monetaria".

Y esta situación va a continuar produciéndose. "Para el último trimestre de este año, las entidades financieras de las dos áreas [España y Unión Europea] esperan que se produzca, de nuevo, una contracción generalizada de la oferta y de la demanda de crédito".