Las subidas de los tipos de interés que ya se están produciendo en la zona euro no solamente van a dejar consecuencias positivas para la banca en forma de un aumento de sus márgenes. El Banco Central Europeo (BCE) reconoce que unos tipos más elevados tendrán un impacto "negativo, aunque contenido" sobre la solvencia de las entidades, si bien el saldo del nuevo contexto va a ser positivo para el sector.

El supervisor ha puesto en marcha una revisión sobre los riesgos de los tipos de interés y los diferenciales de crédito para evaluar si van a tener un impacto significativo sobre las exposiciones de la banca de la zona euro.

Un ejercicio que prevé culminar a finales de este año y que tiene dos fases: una identificación de las entidades más vulnerables (a partir de los datos de los que ya disponía el supervisor) y una revisión concreta sobre algunos aspectos, como los "efectos de segunda ronda" de unos tipos más elevados, según explica el propio BCE en una publicación en su web.

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Esta revisión llega en un contexto en el que los bancos de la zona euro celebran que el BCE haya puesto en marcha la primera subida de los tipos de interés en once años. Forma parte, además, de una de las prioridades supervisoras del banco central para 2022, que es la detección de la "sensibilidad" de los bancos a los "shocks" relacionados con los tipos de interés.

Y es que, como expone el propio banco central, los tipos de interés y los diferenciales de crédito han alcanzado "niveles no vistos en una década" en la zona euro y en otras geografías, mientras que las herramientas de valoración del riesgo han sido diseñadas para un entorno prolongado de tipos de interés bajos ("low for long", en palabras del supervisor) y actualmente están llegando a su límite.

Exposición

Tras realizar la primera fase de este ejercicio, en la que se han detectado 31 bancos con mayor sensibilidad al nuevo contexto, los resultados preliminares confirman que el conjunto del sistema bancario "tenía una exposición relativamente limitada a los riesgos de tipos de interés y de diferenciales de crédito en su cartera a finales de 2021".

Eso sí, el BCE reconoce que "el riesgo de crédito en la banca puede ser una fuente importante de pérdidas, especialmente en términos de exposición a riesgo soberano e instituciones financieras".

Andrea Enria, presidente del Consejo de Supervisión del BCE, durante la presentación del '2021 Supervisory Review' el pasado febrero. Andrej Hanžekovič BCE

En todo caso, apunta que, "en cuanto al riesgo por tipos de interés en la cartera de la banca, la perspectiva del margen de intereses confirma que los bancos tienen una brecha positiva, lo que significa que sus activos sensibles a los tipos de interés son superiores a las cargas sensibles a los tipos".

Esto quiere decir que "un alza en los tipos de interés en un horizonte de doce meses aseguraría que las rentabilidades de los activos aumentan más rápidamente que el coste de las cargas".

Impacto "contenido"

Con todo, las subidas de los tipos de interés sí tendrán un impacto, aunque limitado, sobre la solvencia de las entidades. No en vano, elevar el precio del dinero implica que las condiciones de financiación de particulares y empresas son más duras y que tendrán más dificultades para pagar sus deudas. Una situación que se agravaría en el caso de que se produjera un deterioro a nivel macroeconómico.

"De acuerdo con el análisis sobre la sensibilidad del escenario, el impacto en las ratios de solvencia de unos tipos de interés y diferenciales más altos parece negativo, pero contenido", añaden desde el BCE.

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La segunda parte de este ejercicio se inició el pasado mes de mayo y consiste en una revisión más detallada repartida en seis módulos, entre los que se encuentra uno sobre los "efectos de segunda ronda".

Este se centra en los efectos que tiene este nuevo contexto en forma de cambios en la calidad de los activos bancarios, en las políticas comerciales de los bancos (teniendo en cuenta, por ejemplo, una posible guerra por la captación de depósitos) o en la exposición de las entidades a la renta variable.

Los equipos de supervisión del BCE harán un seguimiento de las conclusiones de este análisis "banco a banco" y tendrán en cuenta los resultados del ejercicio tanto para el Proceso de Revisión y Evaluación Supervisora (el conocido como SREP, por sus siglas en inglés) como para planificar futuras acciones de supervisión in situ y en remoto.