BBVA ha propuesto a los sindicatos una nueva reducción del número de afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que pondrá en marcha en los próximos meses. De acuerdo con la última oferta de la entidad, se producirían 2.935 salidas de la entidad, lo que supone casi un 23% menos en comparación con el impacto propuesto al inicio de la negociación (3.798 puestos).

Esta reducción conlleva un aumento del número de empleados que serán reubicados en puestos de atención al cliente en remoto, que serán finalmente 523. Otros 34 serán recolocados dentro del grupo en puestos de fuerzas de venta especializadas, al tiempo que se creará un equipo de apoyo (task force) dotado con 100 empleados. El número de oficinas que el banco prevé cerrar se reduce también en 50, de forma que los directores de oficinas y responsables de centro urbano afectados disminuyen en el mismo número.

Estas salidas se producirían en su mayoría en las sucursales del banco. De la red se desvincularían 2.177 empleados, mientras que a los servicios centrales, al centro corporativo y a las estructuras intermedias corresponderían 758 salidas.

Acercamiento de los sindicatos

Estas nuevas condiciones han sentado bien en el lado de los representantes de los trabajadores, que estaban hasta el momento muy alejados de la posibilidad de firmar un acuerdo con la dirección de la entidad.

De hecho, ambas partes vivieron ayer una jornada inédita en los últimos treinta años: una gran huelga en el sector bancario. En torno a un 31% de los empleados, de acuerdo con los registros del banco (el 70% según los sindicatos), secundaron el parón convocado por las fuerzas sindicales con representación mayoritaria en la entidad, que obligó al banco a no abrir el 42% de sus oficinas.

Los sindicatos valoran "positivamente" este movimiento efectuado por el banco, que achacan al "éxito" de la huelga celebrada el miércoles. "Analizaremos si las reducciones propuestas son suficientes", apuntan desde CCOO.

Desde UGT, sin embargo, creen que a estas alturas de la negociación, cuando queda únicamente una reunión para que concluya el plazo legal, se debería hablar de cuestiones que "siguen inamovibles por parte de la empresa", como la aceptación de la voluntariedad universal, la eliminación del equilibrio generacional y unas condiciones económicas "dignas".

Noticias relacionadas