Los españoles vuelven a tomar cañas. El fin del estado de alarma les está permitiendo aumentar sus viajes y sus visitas a los bares y los restaurantes, cuya actividad está ahora menos restringida por las autoridades. Están gastando más en la hostelería, como refleja el uso que hacen de sus tarjetas de crédito, del que se deduce que el consumo presencial de los hogares aumentó un 12% en la primera semana tras el estado de alarma.

Estos días fue especialmente relevante el consumo en ocio y restauración, que creció un 13% respecto a un año antes, hasta situarse 27 puntos porcentuales por encima del registro de abril, de acuerdo con los datos de CaixaBank Research.

En estas actividades se notó gran diferencia tras el fin del estado de alarma, después de dos trimestres en negativo y un crecimiento de un tímido 1% en la primera semana de mayo (la que va del día 3 al 9). Es decir, en tan solo una semana pasó de crecer un 1% a un 13%. La evolución fue similar en el comercio minorista (+11%), un segmento que también se beneficia del fin del estado de alarma.

Bien es cierto que en la semana del 10 al 16 de mayo, la primera sin estado de alarma vigente, el consumo en bienes de primera necesidad fue el que mayor crecimiento se anotó, con un avance del 30% respecto a las mismas fechas del año anterior, pero se trata de un registro en línea con los meses anteriores.

El consumo en ocio y restauración, sin embargo, experimentó un acelerón considerable respecto al de las semanas previas. No así el del turismo, que aún está lastrado por la situación sanitaria, aunque va cogiendo ritmo frente a trimestres pasados.

E-commerce

También el gasto no presencial, el de las ventas digitales o e-commerce, experimentó un crecimiento respecto a los meses anteriores, haciendo palpable esta reactivación del consumo pese a que el estado de alarma no impacta directamente en las compras online.

Especialmente notable fue su acelerón en las primeras dos semanas de mayo, con avances superiores al 20%, mientras que en los trimestres anteriores el crecimiento no superaba el 15%.

Un restaurante en Valencia, en imagen de archivo. EFE

El que no experimenta aún mejora, como es lógico, es el gasto de los extranjeros que registra CaixaBank Research, que en la primera mitad de mayo cae casi un 50% por la pérdida de impulso del turismo. Un dato, no obstante, que es mejor al de los trimestres anteriores, en los que venía registrando descensos superiores al 60%.

En los próximos meses se prevé que esta tendencia continúe. No en vano, los españoles, especialmente los de rentas más altas, han acumulado a lo largo de la pandemia un ahorro considerable y una de las razones ha sido la imposibilidad de consumir servicios que estaban afectados por las restricciones.

Ahorro con ganas de ser consumido

Es el caso del ocio, la restauración y el turismo, actividades muy comunes en la vida prepandemia de muchos españoles que durante los últimos meses se han llevado el mayor golpe económico por las restricciones sanitarias.

El importe que se ha llegado a acumular con este "ahorro forzoso" no es baladí. Las estimaciones del Banco de España lo fijan en el 2,5% del Producto Interior Bruto (PIB) y las de BBVA Research, en un 3,5%, es decir, unos 40.000 millones de euros.

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Este volumen ha ido variando con el paso de los trimestres, según se iban modificando las restricciones. En el tercer trimestre, desde BBVA Research estiman que, tras la relejación de las medidas, este ahorro "obligatorio" se redujo hasta 25.000 millones de euros, aunque volvió a aumentar en los últimos meses del año.

Si todo este "ahorro forzoso" se liberase en forma de gasto, los expertos del servicio de estudios de BBVA calculan que el consumo podría acelerarse dos puntos más de lo que ya se prevé, es decir, hasta un 8%.

Los españoles también han acumulado grandes ahorros por otro motivo: la precaución. Muchos ciudadanos guardaron dinero por miedo a que la situación económica empeorase, especialmente durante los dos primeros trimestres del año, si bien este "ahorro precautorio" se mantuvo más estable que el "forzoso" durante el año.

La reactivación del consumo provocará que la tasa de ahorro, actualmente cercana al 15%, se vaya deshaciendo. En sus últimas previsiones, desde Funcas estiman que se reducirá hasta el 11,8% en 2021 y el 8,7% en 2022. Por su parte, el consumo privado irá cogiendo carrerilla y, tras cerrar el año pasado con una caída del 12,1%, se acelerará un 6% en 2021 y un 6,2% en 2022.

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