Algunos bancos han ido variando durante los últimos meses su estrategia de vinculación con los clientes. Antes, debido al entorno de rentabilidad más favorable en el que operaban, se podían permitir ofrecer cuentas sin comisiones y captar cuantos más clientes mejor, pero ahora, con los tipos de interés muy lejos de subir, prefieren que sus usuarios tengan la mayor vinculación posible con ellos, por lo que solo ofrecen gratuidad a cambio de cumplir una serie de requisitos.

Es el caso de ING. La entidad cobra desde el jueves unos diez euros al mes a los clientes que no cumplen sus condiciones, que solamente son en torno a un 4% del total.

Como esta entidad, en el mercado hay bancos que piden cada vez más condiciones a sus clientes para que puedan librarse de las temidas comisiones, pero aún quedan disponibles varias opciones para no tener que por para usar una cuenta.

Entre ellas, se encuentran algunos de los nuevos jugadores del sistema bancario, como los neobancos, como MyInvestor (Andbank) o N26 (Cuenta Estándar), o las entidades surgidas de empresas a priori ajenas al sector, como Renault Bank (Cuenta Contigo) y Orange Bank (Cuenta Ahorro).

Estas dos últimas y MyInvestor no solamente ofrecen cuentas sin comisiones, sino que, además, remuneran los saldos depositados en la cuenta con intereses de entre el 0,65% y el 1% TAE, algo cada vez más difícil de ver en los bancos españoles.

Operativa online

Sin embargo, también hay entidades más tradicionales entre los que no cobran nada. Algunas, de hecho, ofrecen cuentas gratuitas solamente a cambio de que toda la operativa que se realice con el banco sea de forma online.

Es el caso de la Cuenta Clara de Abanca, la Cuenta Online Sin de Liberbank, la Cuenta Online Sin Comisiones de BBVA o la Cuenta Smart de Santander (aunque esta es solo para menores de 32 años). Openbank, la filial digital de este último, ofrece por su parte la Cuenta Corriente Open, que no tiene comisiones ni requisitos.

Más allá de estas cuentas, otros bancos ofrecen no pagar ninguna comisión siempre que se cumplan una serie de requisitos. Entre ellos se encuentra Bankinter, con su famosa Cuenta Nómina, que, pese a las condiciones obligatorias (nómina de mínimo 800 euros, realizar tres pagos con la tarjeta cada tres meses y cargar a la cuenta tres recibos al trimestre) remunera con hasta un 5% el primer año y un 2% el segundo los saldos en cuenta hasta 5.000 euros.

En el caso de otras entidades, como Santander, CaixaBank o ING, ocurre algo similar pero con la diferencia de que no bonifican los saldos. Entre las condiciones más habituales que ponen las entidades se encuentran realizar un mínimo de operaciones con la tarjeta de débito o crédito, cargar algunos recibos en la cuenta o domiciliar ingresos por un importe mínimo, que suele estar entre 600 y 800 euros.

Santander, además, exige la contratación de un producto de ahorro o un seguro o bien el mantenimiento de un mínimo de mil acciones del banco.

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