Evitar crisis de liquidez y garantizar la supervivencia de las empresas. La banca y el Estado sacan toda la artillería pesada, aunque sea por partes, para hacer frente a la avalancha de préstamos con la que pretenden salvar, sobre todo, a pymes y autónomos afectados por la crisis del coronavirus.

El sector financiero ha conseguido que el Gobierno garantice entre el 60% y el 80% de estos préstamos, eliminando el riesgo de ver su morosidad disparada. Pero ha sorprendido, y mucho, la decisión del Ejecutivo de dejar en manos de los bancos la decisión sobre los tipos de interés que se aplicarán a estas operaciones.

“A la espera de conocer más detalles, que pueden llegar en los próximos días, creemos que los precios los irá marcando la propia competencia, con lo que la tendencia serán intereses por debajo de los préstamos que se concedían antes de la crisis”, reconocen desde una entidad financiera nacional.

Caso por caso

En este sentido, fuentes de otro banco consultado, coinciden en que los créditos ligados al ICO para el sector turístico tienen un tipo de interés fijo máximo de hasta el 1,5%, con lo que el resto de sectores empresariales también podrían beneficiarse de una cifra similar, e incluso inferior.

Todo dependerá de cada caso. “Nosotros vamos a seguir aplicando los mismos criterios de control de riesgo para el crédito que hasta ahora y, a partir de ahí, fijaremos el interés que estimemos”, explican desde un banco que ya ha abierto el grifo con avales del Estado.

Es una idea común en toda la banca. El tipo de interés se decidirá caso por caso, operación por operación, “valorando aspectos financieros como los flujos netos de efectivo o la probabilidad de default de la empresa a otros que podríamos considerar más ‘personales’ como la vinculación del cliente en cuestión o el tiempo que lleva con nosotros”, indican desde el sector.

Todas las peticiones pasarán por los servicios de control de riesgo de las entidades, donde coinciden en que, pese al esfuerzo del Gobierno para evitar la competencia desleal (se ha llegado a hablar incluso de que las entidades solo puedan prestar a sus clientes actuales), la 'lucha' por generar nuevo crédito tirará los precios hacia abajo. Además, desde otro banco consultado aseguran que "el interés no es lo que más nos ha preocupado, sino las coberturas que finalmente apoyamos para bien".

Firme compromiso

En este sentido, el Gobierno ha dejado claro que la banca ha mostrado toda su disposición a 'arrimar el hombro' frente a la crisis sanitaria, pues el sector también se juegan mucho tanto por el futuro de su negocio, como por su reputación. Por eso, confían en el criterio "responsable" de la industria en materia de tipos de interés. 

Si la media de los préstamos se sitúan en el 1,5% o por debajo, esta sería bastante inferior a los tipos de interés aplicados por los bancos antes del estallido vírico. En concreto, y según datos del Banco de España, el tipo de interés medio ponderado (que incluye costes como las comisiones) de los préstamos de hasta 250.000 euros, destinados principalmente a pymes, se situó en el 2,26% en enero. El mínimo mensual registrado el pasado año se marcó en agosto en el 1,96%.

Para los créditos de entre 250.000 y un millón de euros, el tipo medio ponderado se acerca más a la cifra que maneja la banca para estas nuevas operaciones, al situarse en el 1,56%, mientras que para los créditos de más de un millón de euros quedó establecido en el 1,61% a cierre de enero.

Hay que tener en cuenta que, a cambio de ceder a algunas de las pretensiones de la banca en materia de avales, el Gobierno sí cargará al sector el coste de los mismos. En concreto, entre el 0,2% y el 1,2%, dependiendo del plazo, el importe y el tamaño de la empresa que reciba ese crédito avalado.

Con este telón de fondo, es de suponer que las entidades apliquen, al menos, ese coste y algo más a los intereses de las operaciones que se vayan cerrando en las próximas semanas.

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