El Consejo de Ministros aprobará este martes la letra pequeña de la medida estrella del plan de choque económico que anunció el pasado martes para garantizar la liquidez de las empresas y los autónomos mientras dure la crisis sanitaria del Covid-19.

España no es el único país de la UE que ha tenido que movilizar recursos públicos, en este caso con apoyo del sector privado, para sostener su economía. Otros países han sido más rápidos en establecer esos mecanismos y han servido de ejemplo al sector financiero y al Gobierno central en las conversaciones que han mantenido en la última semana para tratar de pactar los avales que cubrirán los hasta 183.000 millones de euros movilizados.

Unas garantías que, según avanzó el lunes la vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, tendrán carácter retroactivo y una "sensibilidad" especial para los préstamos a las pymes y a los autónomos, que son los colectivos más vulnerables del tejido empresarial.

Calviño mencionó expresamente el ejemplo de Bélgica, donde bancos y Gobierno han pactado una moratoria de seis meses en todas las refinanciaciones. Las autoridades belgas han establecido también que, ante el préstamo impagado de una empresa afectada por el Covid-19, el primer 3% de las pérdidas lo asume en su totalidad la banca; entre el 3% y el 5% de ese impago se reparte el daño al 50%; y a partir del 5%, el Estado asume con sus avales un 80%. Pero hay más modelos.

Alemania, el 16,3% del PIB

Alemania fue el país que con más ambición planteó esta idea ante el avance del coronavirus en su territorio y su modelo es el favorito para la banca española. El Gobierno alemán ha comprometido un volumen de más de 500.000 millones de euros para dotar de la liquidez que necesiten a sus empresas en las próximas semanas.

El programa, que se articula a través del banco gubernamental KfW, establece que todas las empresas que sufran dificultades por el virus puedan acceder a este crédito. Para ello, el Estado concede unos avales del 80% en el caso de las grandes empresas y del 90% en el caso de las pymes, con el fin de blindar más a este grupo de sociedades que pueden pasar más dificultades en los próximos tiempos.

En términos de PIB, el plan alemán representa el 16,3% de su riqueza nacional, frente al menos del 10% que representa la movilización de 100.000 millones de euros que anunció el Gobierno español y que, si se suma la aportación de la banca, se acerca al 15% del PIB.

Francia, un 12,7% del PIB

El Gobierno galo ha comprometido un volumen de 300.000 millones de euros, que representan el 12,7% de su PIB. En este caso, los avales se han establecido también en función del tamaño de las empresas.

Para las pymes alcanza también el 90%, mientras que para las medianas es del 80% y para las grandes del 70%. En este caso, se han establecido algunas condiciones especiales, como que el importe máximo de esos créditos que avalan los contribuyentes no supere el 25% de la facturación de la empresa beneficiaria.

El plazo de devolución de los créditos, que se articulan a través de BPI France, será de entre tres y siete años.

Reino Unido, un 15,6% del PIB

El Gobierno británico también ha puesto sobre la mesa un mecanismo similar para dotar de liquidez a sus empresas con un programa de hasta 330.000 millones de euros que entró en vigor este lunes. En este caso, la cuantía representa el 15,6% del PIB británico.

A diferencia de lo que han decidido Berlín y París, Londres no ha establecido diferencias por el tamaño de la empresa y los avales serán del 80% en todos los casos.

Además, se ha pactado algo que también forma parte de las negociaciones entre los bancos españoles y el Ministerio de Economía: el tipo de interés. En Reino Unido, los seis primeros meses no se cobrarán intereses.

Italia, más del 15% del PIB

Italia es el país europeo al que antes golpeó con extrema dureza el coronavirus y, por ello, el Gobierno italiano movilizó hasta 270.000 millones de euros, que representan más del 15% del PIB en créditos solo para pymes.

En este caso, cuando se establezca una garantía directa, el aval alcanza el 80% y en el caso de los reaseguros un 90%.

Italia estableció un tope de cinco millones de euros por empresa para poder acceder a este programa de liquidez. 

Además, el país transalpino ha pedido ayuda a la Unión Europea para ampliar todos sus planes de emergencia económica con el fin de hacer frente a los daños económicos y sociales que ha provocado el atroz Covid-19 en su territorio.

España, un 8% del PIB

En el caso de España están claras las cuantías, pero será este martes cuando se aprueben los detalles. Los 100.000 millones de euros de dinero público que anunció el Gobierno que movilizará en avales representan algo más del 8% del PIB español, pero ese porcentaje se eleva al 15% si se suman las cantidades que aportará la banca y que ascienden a la cifra de hasta 83.000 millones de euros.

Ese crédito se canalizará a través de los bancos habituales de las empresas. Es decir, no se podrá acudir a un banco de la competencia para solicitar uno de estos préstamos habilitados para la emergencia económica.

Los avales anunciados por el Ejecutivo tendrán carácter retroactivo y, por tanto, los créditos que han concedido los bancos en los últimos días para que las empresas y autónomos dispongan de liquidez por problemas derivados del coronavirus también están cubiertos por esas garantías.

Como en todos los países, es importante subrayar el "hasta" de todas estas líneas de crédito, dado que son planes ambiciosos que deberían ser mucho más que suficientes para las necesidades de crédito que pueda tener el tejido productivo en esta crisis temporal.

La banca y el Gobierno han negociado los tipos de interés y comisiones con el fin de que no sean dañinos para los clientes. En principio, para los bancos activar esos avales no será gratuito sino que, como ocurre con todas las garantías, tendrá un coste cuando se soliciten.

Para las patronales españolas del sector financiero, AEB y CECA, el modelo favorito es el alemán, en el que se distingue entre los avales de pymes y grandes empresas, que son los grupos más vulnerables ante un contexto como el actual. Sin embargo, ese modelo genera recelos en el Gobierno. Con el Consejo de Ministros de este martes el sector y los beneficiarios de esos créditos, saldrán de dudas.

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