Los bajos tipos de interés vigentes en la Eurozona son un quebradero de cabeza para los bancos. En especial, los establecidos para la facilidad de depósito, que están en negativo desde junio de 2014 y llevan en el -0,40% desde marzo de 2016, porque constriñen los márgenes del sector y suponen imponer una penalización a las entidades por el dinero que les sobra cada día

Cuando los tipos de la facilidad de depósito están en positivo, la banca cobra un interés -el que esté vigente en la facilidad- por el exceso de liquidez que deposita en la ventanilla del BCE. Pero ahora pasa justo la contrario: como los tipos están en negativo, es la banca la que paga un interés por su dinero sobrante. 

Y le sobra mucho. Casi dos billones de euros al día, con lo que soporta una sanción diaria de unos 20 millones de euros que al cabo de un año se acerca a 8.000 millones. Desde que los tipos de la facilidad de depósito se encuentran en negativo, la 'multa' supera ya los 18.500 millones de euros.

Estos importes, combinados con el impacto que los tipos tan bajos provocan en el negocio bancario, son un lastre adicional para la baja rentabilidad del sector. Por eso, y aunque el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, insiste en que "una baja rentabilidad no es una consecuencia inevitable de los tipos negativos", también se ha mostrado sensible con esta cuestión. Y este miércoles ha abierto la puerta a paliar estos impactos

El banquero central italiano ha deslizado que el BCE está trabajando en medidas que permitan suavizar esa sanción. Lo ha hecho, eso sí, a la forma a la que acosumbran los 'señores del dinero'. Veladamente. "Debemos reflexionar sobre posibles medidas que preserven las favorables implicaciones de los tipos negativos en la economía, al mismo tiempo que se mitiguen los efectos secundarios, si los hay", ha concedido. 

"Draghi les ha venido a decir a los bancos que 'el que espera, desespera'; es decir, que hacen mal en limitarse a esperar una subida de los tipos que no está en su mano"

¿Qué puede hacer el BCE para limitar esos efectos secundarios de los tipos negativos que perjudican a la banca? La medida más directa, que sería subir los tipos, ha sido retrasada este mismo mes desde el verano "hasta al menos el final de 2019"

Descartada esta opción le quedan dos alternativas. La más probable, mencionada ya por Reuters, consiste en escalonar o segmentar los excesos de reservas para que los bancos no paguen lo mismo por todo el dinero que les sobre o para dejar exenta alguna cantidad. Otra vía consiste en definir el nuevo programa de financiación bancaria que pondrá en marcha en septiembre (TLTRO III) de tal modo que subsane o mitigue la sanción que suponen los tipos negativos. O lo que es lo mismo. o pulsa una palanca -la primera- para que los bancos paguen menos dinero por su exceso de liquidez o activa la otra -la segunda- para que el TLTRO III traduzca los tipos negativos en ingresos. 

EFICIENCIA, TECNOLOGÍA Y DIVERSIFICACIÓN

Pero Draghi también ha tenido otro mensaje para la banca. Una variante del refrán español ‘el que espera, desespera’. Aunque los bancos están ya más que desesperados, porque llevan años soñando con unos tipos de interés más altos en la Eurozona que les permitan sacar más lustre a su negocio, Draghi les ha venido a decir que hacen mal. Porque la última subida de los intereses data de julio de 2011 y no se atisban incrementos hasta, al menos, finales de 2019. Y porque pueden buscar otras alternativas para engordar su rentabilidad. Este miércoles Draghi les ha dejado claro al sector que hacen mal en sentarse a esperar los aumentos de los tipos y que harían mejor en ‘moverse’. 

En concreto, el banquero italiano ha mencionado que “el análisis de BCE encuentra que los bancos con mejor desempeño en la Eurozona en su rentabilidad sobre el capital (ROE)) entre 2009 y 2017 comparten tres características clave”. ¿Cuáles son? La primera, que “han podido reducir significativamente su relación entre los costes y los ingresos”. Es decir, han sido más eficientes. La primera, que “se han embarcado en inversiones a gran escala en tecnología de la información”. Es decir, tecnología. Y la tercera, que “han podido diversificar sus fuentes de ingresos en un entorno de bajos tipos”. Es decir, han ampliado su caladero de ingresos sin quedarse a esperar uno intereses más altos. Porque esas opciones sí están en su mano, no como la de los tipos. 

Noticias relacionadas