La banca ha empezado el año con paso dispar en la bolsa española. Mientras que algunas entidades se han apuntado un enérgico rebote, que alcanza el 13% en el caso de BBVA, otras han profundizado en su retroceso, como Unicaja, que se deja un 11%. Sin embargo, el sector sigue levantando pasiones y los últimos en reforzar su apuesta por él han sido los gestores de Bankinter y Abante.

En el caso de Bankinter, los responsables de las carteras modelo de la entidad para invertir en la bolsa española han optado por aumentar un poco más su sesgo bancario. El Santander es el gran protagonista de este vuelco, al punto de hacerse con una de las discutidas cinco posiciones de la cartera reducida, además de incrementar en nada menos cinco puntos su peso en la cartera ampliada de diez valores. En esta, además, dan ahora cabida a CaixaBank, con ocho puntos de ponderación de un total de 100.

Los dos bancos engordan también en la cartera ampliada de Bankinter, que da cabida a un total de 20 valores españoles. El presidido por Ana Botín gana tres, hasta 10 puntos de ponderación. Es el mismo al que los gestores de Bestinver también tienen confiada una parte significativa de su fondo ibérico. Mientras, el de origen catalán se apunta dos, hasta hacer un total de cinco. Además, los gestores de la casa han procedido a incorporar con tres puntos a Bankia, de la que destacan que “tiene un plan de negocio ambicioso pero alcanzable” aderezado con unos índices de calidad crediticia que “evolucionan positivamente” y unos múltiplos de valoración “atractivos”.

El heredero de Caja Madrid aparece para rellenar el hueco de Unicaja, que se queda fuera de la cesta de elegidas tras haber descontado “que la integración con Liberbank no será una fusión entre iguales, sino que acabará pagando una prima”. Un síntoma más de que el baile de fusiones sigue su curso y que ha llevado a los expertos a preferir no buscar relevo en otros sectores ante “la creencia de que en los próximos meses el sector, que cotiza a múltiplos atractivos, recogerá las perspectivas de un entorno macroeconómico más benigno de lo esperado” y de que el BCE “aumentará el tipo de depósito a finales de año”.

En Liberbank y Unicaja, las dos contrapartes de la operación que señalan los de Bankinter, están las principales posiciones del fondo Okavango Delta, del gestor José Ramón Iturriaga, según su informe de inversiones más reciente. El experto de Abante tiene dedicadas a estas entidades financieras un 5,1% y un 4,8% de su cartera, respectivamente. Unos 5,1 y 4,8 millones de euros. Sin embargo, su inversión conjunta en todo el sector, del que no se pierde ni un solo valor, asciende a 34 millones, un 35,6% del patrimonio del vehículo.

Estas posiciones no son de extrañar si se tiene en cuenta que Iturriaga considera que “los bancos son probablemente el sector de la bolsa española con mayor valor”, según explica en la última carta a los partícipes de su fondo. Una convicción que apoya en unos resultados anuales que define como “muy meritorios, sobre todo si tenemos en cuenta el entorno de tipos de interés en el que han trabajado”. El punto de partida de unos balances saneados ante el camino de vuelta a la normalidad monetaria que el Banco Central Europeo (BCE) tendrá que emprender “antes o después” se convierte en su principal argumento para apoyar su sobreponderación del sector.

Uno de sus colegas en la casa, el gestor Josep Prats, responsable del European Quality Fund, comparte la opinión. No duda en afirmar que “en el sector bancario está el mayor potencial de revalorización”. Por eso, “ahí sigue estando el mayor peso de la cartera”. Más concretamente, y según los últimos datos facilitados por la gestora madrileña, un 25%. El experto insiste en su carta a los inversores en que “el sector bancario cotiza a unos precios que implican una desmesurada percepción de riesgo”, lo que además señala como un fenómeno exclusivo de la Eurozona.

EL DESCUENTO DE LOS BANCOS EUROPEOS

En esta misma línea de discurso señala que, con los tres principales bancos franceses cotizando a entre seis y siete veces sus beneficios del último año y a 0,6 veces su valor en libros, “lo que se descuenta no es que los beneficios van a crecer unos pocos puntos porcentuales menos en los próximos años, sino una grave crisis financiera y un problema de solvencia”. Un escenario que Prats descarta con rotundidad para toda la región y que además endulza con unas rentabilidades por dividendo “que de media superan el 7%”.

Incluso descontando un escenario en el que el BCE siga postergando “durante unos trimestres de la subida de tipos” en la Eurozona, el gestor de Abante cree que lo más razonable sería cotizar a 10 veces beneficios en lugar de a las 12 que justifican sus fundamentales. El resultado de esta percepción es que el índice sectorial EuroStoxx Bancos debería estar cotizando “en un rango entre 160 y 180 puntos”, una cota que supone un potencial alcista de nada menos que el 50% frente al entorno de los 90 puntos en los que ahora se mueve.

Es más, insiste en que “aunque estuviéramos tres años más con los tipos negativos actuales, ninguna valoración fundamental razonable debería situarse por debajo de los 135 puntos” para el selectivo bancario. La última Encuesta Global de Gestores de Bank of America - Merrill Lynch muestra que no es el único, pues el grueso de sus colegas señala a los valores financieros como uno de los cinco sectores más infravalorados en el mercado europeo

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