Grupo Mutua ha logrado mantenerse a flote durante 2020 pese al shock que ha supuesto la pandemia para todo el sector empresarial. Con el cierre del ejercicio, la aseguradora lleva a término su último plan estratégico con crecimiento en resultados y en ingresos y aspira ahora a mejorar estas cifras en el siguiente ciclo de tres años.

Y no solo en el negocio asegurador. El grupo tiene el objetivo de aumentar un 37% sus activos bajo gestión, hasta alcanzar los 21.000 millones de euros en 2023, en el que constituye uno de los principales hitos de su nuevo plan estratégico, que abarca los próximos tres ejercicios.

A pesar del embate de la pandemia, la compañía ha logrado engrosar este año su volumen de activos gestionados. Concretamente, lo ha hecho un 18,1%, hasta los 15.319 millones de euros en 2020, un salto propiciado por una política de crecimiento inorgánico que le ha llevado a realizar cinco grandes compras en los últimos dos años. De ese importe, corresponden a Mutuactivos, su gestora, unos 8.452 millones de euros (609 millones más que en 2019).

Su aspiración para los próximos tres años es aumentar este volumen de activos bajo gestión otro 37%, hasta 21.000 millones, algo en lo que podrán colaborar nuevas operaciones corporativas. "Me extrañaría que, como el plan estratégico es a tres años, no se nos acercase nadie con una operación interesante", explicó Ignacio Garralda, presidente del grupo, durante la presentación de los resultados de la compañía correspondientes a 2020, ejercicio en el que ganó un 5,2% más, hasta 304,1 millones de euros.

No obstante, apuntó que "ahora mismo" el grupo no se encuentra inmerso en ninguna negociación para nuevas compras. Con todo, Mutua está cómoda con el desarrollo de esta evolución inorgánica, pues "si hay algo que caracteriza a la gestión de activos es la economía de escala".

Fruto de esta política de expansión, el grupo cerró 2020 con la adquisición del 40% de Orienta Capital, gestora especializada en banca privada con más de 1.800 millones de euros en activos bajo gestión y oficinas en Madrid, Bilbao y San Sebastián. La operación, que se materializará en el primer trimestre de este ejercicio, contempla la opción de que el grupo pueda hacerse con otro 40% a finales de 2023.

Se trata de la quinta adquisición que lleva a cabo Mutua en este sector en los últimos dos años, tras las compras del 50,01% de Alantra Wealth Management, el 30% de EDM (con opción a elevar la participación hasta el 51%), el 20% de Cygnus (con opción a llegar a la mitad del capital) y el 20% de Alantra Asset Management.

"Burbuja" de precios

En el marco de esta actividad del grupo, Garralda rechazó de pleno la posible existencia de una "burbuja de precios" en las compras de este sector y en banca privada. "La gestión de activos estaba adormecida", explicó el presidente de Grupo Mutua, en cuya opinión la nueva regulación y la tendencia a la baja de las comisiones de gestión han supuesto un "aliciente" para que los actores del sector hayan decidido "moverse" y lanzarse a por operaciones corporativas.

"Hemos pagado precios muy de mercado. No hay burbuja, pero, de haberla en alguna transacción, Mutua no se ha caracterizado por pagar múltiplos disparatados", defendió Garralda. Aunque el precio de algunas de estas cinco grandes operaciones en los últimos dos años no ha trascendido, sí se conoce que Mutua ha desembolsado 23,7 millones por el 50,01% de la banca privada de Alantra y 45 millones por el 20% de su negocio de gestión de activos.

El nuevo plan estratégico de Mutua contempla, asimismo, la suma de unos 900 millones en ingresos por primas internacionales con las participaciones actuales, así como el objetivo de alcanzar los 5.900 millones en ingresos por primas del segmento de no vida. La aseguradora, además, invertirá 150 millones de euros en digitalización en los próximos tres años en virtud de este plan.

Entretanto, Grupo Mutua espera la formalización de la fusión entre CaixaBank y Bankia, que llegará esta primavera y tras la cual su participación en la primera pasará del 2,2% al 1,6%. Garralda no quiso dar pistas sobre su permanencia en el capital del nuevo banco, aunque dejó caer que "no cabe duda de que la inversión en acciones cotizadas consume mucho capital, cerca del 40%", y recalcó que su participación en CaixaBank ahora es "una inversión financiera más".

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