Sandra Tobar Miguel Elizondo

Este martes, Adif pone en funcionamiento el tramo de alta velocidad ferroviaria entre Zamora y Pedralba, que se va a traducir en un nuevo servicio entre Pontevedra, Vilagarcía de Arousa, Santiago y Madrid, en el que mejorarán los tiempos de los trenes Alvia que enlazan la capital con Galicia. Tanto que según el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, el tren ganará al coche. Pero, ¿realmente es así?

Según datos calculados por Invertia a través del portal de Renfe y Google Maps (tomando como referencia la estación de Chamartín y las estaciones de tren gallegas de destino), en la mayoría de los trayectos sí se consigue el hito que Renfe siempre busca: ser más rápido que el vehículo particular. 

Así, por ejemplo, si cogemos el tramo entre Madrid y Santiago de Compostela, la duración actual en la línea de alta velocidad era de 5 horas y 30 minutos. A partir de mañana será de 4 horas y 25 minutos; mientras que en coche es de 5 horas y 36 minutos. Lo mismo ocurre con Madrid-A Coruña, que baja su tiempo en tren de 6:02 horas a 4:54 horas; y en coche es de 5 horas y 34 minutos.

LAV Galicia, puesta en servicio tramo Zamora-Pedralba

Con la conexión a Orense la diferencia también es amplia. Ahora solo se tarda 3:34 horas en tren y en coche 4:44 horas. Con Vigo hay una diferencia de 31 minutos a favor del tren (5:10 horas) y de más de 35 minutos con Pontevedra (5:10 horas en tren).

Solo en los casos del trayecto Madrid a Ferrol y Lugo sigue ganando el coche. En el primer caso, el tren tarda 6:10 horas y el coche 5:47 horas. En el segundo, el tren tarda 5:30 horas y el coche 4:43 horas. 

Y es aquí donde Ábalos asegura que seguirán trabajando para reducir tiempos. Tendremos “una reducción de los tiempos de viaje con la que al fin el tren a Galicia puede ganar a la carretera”, señaló el ministro durante la inauguración del tramo entre Zamora y Pedralba de la Pradería, realizado el pasado lunes en la estación de Otero de Sanabria.

Más rápido que antes

Asimismo, el nuevo tramo, de 110 kilómetros de vía, facilita una reducción del tiempo de viaje con todas las capitales gallegas. Así, quien viaja entre Madrid y Pontevedra se ahorra 1 hora y 26 minutos; el trayecto a Lugo baja en 1 hora y 2 minutos; 41 minutos con Santiago de Compostela; 39 minutos con Ourense, 31 minutos con Vigo y 24 minutos con A Coruña.

El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos. Óscar J.Barroso Europa Press

“Todas las ciudades de Galicia se beneficiarán de ahorros de tiempo, y Lugo y Pontevedra lo harán especialmente. Se beneficiarán de ahorros de más de una hora con respecto al servicio actual. La otra gran ciudad que se verá beneficiada es Vilagarcía de Arousa”, explicó Ábalos.

Conexiones

De este modo, las ciudades gallegas aumentarán sus conexiones con Madrid: la Madrid-Ourense, Madrid-Santiago y Madrid-A Coruña contarán con ocho servicios diarios; Madrid-Pontevedra tendrá seis servicios por jornada; el Madrid Lugo partirá con cinco, y para el trayecto Madrid-Vigo habrá cuatro servicios diarios entre ida y vuelta.

Las obras del tramo Pedralba de la Pradería-Taboadela podrán terminar a finales de este año para dejar el turno a las evaluaciones de la Agencia Europea de Seguridad. Este tramo, que supone cruzar de Castilla y León a Galicia, es el último que resta por concluir en todo el entramado de la Alta Velocidad para conectar el noroeste con Madrid. 

Así, la línea de Alta Velocidad entre Madrid y Galicia entrará en pleno funcionamiento en el segundo semestre del año 2021. Ábalos realizó este anuncio durante la inauguración del tramo entre Zamora y Pedralba de la Pradería.

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