Valencia

El curso público de la Fundación Valenciaport para la formación de nuevos estibadores se ha convertido en una auténtica odisea para sus alrededor de 70 alumnos. Primero se quedaron sin prácticas por la “presión sindical” que, según denunció la Autoridad Portuaria de Valencia, ejerció el sindicato Coordinadora para impedir la cualificación de nuevos profesionales. Ahora, les hacen repetir exámenes ya realizados al producirse “filtraciones”, según explica la propia fundación.

Entre los alumnos ya reinaba una profunda indignación. Valenciaport les trasladó con el curso ya iniciado que no les garantiza las prácticas prometidas en el puerto, que representan casi la mitad de las horas lectivas. Las terminales (socias de la fundación) se negaron de repente a acoger alumnos en sus muelles. Sin esas prácticas no podrán obtener el Certificado de Profesionalidad de la Estiba, que cursan con subvenciones del Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Labora) para empleados y desempleados.

La entidad reconoce a Invertia que no ha encontrado todavía una solución a este problema. “La teoría tendrá cinco años de validez, y la Fundación Valenciaport va a seguir buscando prácticas. En cuanto una terminal se ofrezca, se llegará a un convenio con ella para formar a los nuevos estibadores”, explican.

Y ahora resulta que también está en entredicho el “certificado teórico” con el que iban a conformarse. Según ha podido saber este periódico, los alumnos de las diferentes clases (mañana y tarde) fueron notificados la semana pasada de que deben repetir dos exámenes por la filtración del contenido de los mismos. “Algunos alumnos nos han avisado por mail de que tenían el examen por adelantado, de modo que decidimos repetirlos”, confirma la Fundación Valenciaport preguntada al respecto.

Acciones legales

Tal circunstancia ha generado un gran malestar entre el alumnado. Hasta el punto de que en el turno de mañana estudian acciones legales contra la fundación y se plantean no acudir a las repeticiones de los exámenes, fijadas para este jueves 8 y el martes 13 de octubre.

Según argumentan, fueron exámenes largos, tipo test. Además, había versiones distintas para que no tuvieran el mismo los diferentes alumnos ni las distintas clases, según agregan. En cualquier caso, añaden, consideran que no deben pagar justos por pecadores, y que repetir a todo el mundo las pruebas es un agravio para quienes aprobaron por méritos propios.

Tras lo ocurrido con las prácticas, bloqueadas por el sindicato Coordinadora -según el puerto-, los alumnos extienden esta sospecha a la repetición de exámenes. “Nos preguntamos si las personas relacionadas con los sindicatos que están realizando el curso pudieran estar boicoteando también los exámenes, para que no tengamos ni siquiera la teoría”, traslada un alumno a Invertia.

Veto en los muelles

Apenas dos meses después del inicio del curso público, la Fundación Valenciaport explicó sin tapujos a los alumnos que las terminales del Puerto de Valencia habían cedido a la “presión sindical” del sindicato mayoritario, Coordinadora, quien se habría opuesto a la formación pública de nuevos profesionales.

En una reunión con los inscritos que tuvo lugar el pasado mes de febrero, el presidente de la Autoridad Portuaria y de la Fundación Valenciaport, Aurelio Martínez, acusó sin paños calientes a la organización sindical de impedir las prácticas de los alumnos, tal y como recogió elEconomista.

Charla en la que Aurelio Martínez informó a los alumnos del boicot a sus prácticas en los muelles. EE

Todo depende de los mecanismos de presión que vayan a hacer determinados sindicatos, en concreto, Coordinadora. Hay algunas terminales que no han suscrito los acuerdos y que van por libre (Intersagunto, en Gandía...) y ellos probablemente admitirían a algunas personas. Pero son muy poquitas. Con las grandes terminales en Valencia va a ser complicado”, explicó.

“¿Por qué? -se preguntó el mandatario-. Hay varias razones. No se trata de que vaya a haber violencia, no se trata de eso. No hace falta. Honestamente, no hace falta. Basta con que los estibadores no doblen manos, vayan haciendo las cosas con lentitud, etc. Y eso le hace un daño económico tremendo a las terminales. Por eso nadie se atreve a hacer vuestras prácticas, porque son conscientes de que pueden sufrir mecanismos de presión”, manifestó.

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