Fernando Cano María Vega

Los nuevos brotes de coronavirus que se extienden por todo el territorio español ya comienzan a afectar a la planificación de las grandes empresas españolas. Faltan solo dos semanas para el comienzo del curso -y tres para el curso escolar- y millones de españoles se preparan para reincorporarse a sus puestos de trabajo, pero todavía hay dudas respecto de si deberán hacerlo desde sus hogares o presencialmente en sus sedes y oficinas.

Una situación de máxima incertidumbre a la que se suman las dudas respecto de la reincorporación de los estudiantes a los centros escolares. Frente a este escenario las grandes empresas del Ibex ya están valorando la posibilidad de retrasar la vuelta del grueso de sus plantillas a sus centros de trabajo.

De momento, no hay decisiones tomadas, pero las fuentes consultadas por Invertia indican que si se mantiene el actual ritmo de contagios -sobre los 2.000 al día en toda España-, se verán obligadas a reducir la presencia planificada para el comienzo del curso.

La mayoría de las grandes empresas -de sectores como la banca, telecomunicaciones, turismo o energía- cerraron sus calendarios de incorporación a finales del mes de junio, estableciendo en la mayoría de los casos la vuelta gradual y un trabajo presencial de entre el 50% al 60% del total de la plantilla antes de terminar 2020.

Todos los gigantes del Ibex son conscientes de que la nueva realidad impone que el teletrabajo sea la norma dominante en todos sus departamentos, pero tras el fin del confinamiento y en plena desescalada, los planes de vuelta presencial se establecieron con el objetivo tener como mínimo a la mitad de sus plantillas.

Flexibilización de los planes

Sin embargo, la proliferación y extensión de los brotes han hecho que muchos estén valorando flexibilizar los calendarios por temor a que se disparen los contagios entre las plantillas y en sus familias. La idea es que si los datos van a peor, muchos más empleados se queden en sus hogares teletrabajando.

Las mismas fuentes consultadas indican que este cambio no implica ningún desbarajuste en las planificaciones, ya que cuando se establecieron los calendarios se incluyó un margen para la flexibilidad suficiente como para poder continuar con el trabajo a distancia sin inconvenientes.

En el caso de Telefónica, la idea es que antes de finalizar el año el 50% de la plantilla pueda estar trabajando de manera presencial, aunque advierten que es un plan adaptable a las circunstancias y necesidades que se vayan dando en cada momento. "Igualmente están previstas, dentro del plan, medidas de contingencia para el supuesto de retroceso de las etapas", indican fuentes de la compañía.

Advierten, además, que la planificación se adaptará a las necesidades de cada área. El retorno será progresivo a partir de septiembre y se hará basándose en colectivos y en las necesidades del negocio.

En Iberia indican que todavía no hay una decisión tomada, pero que están atentos a la evolución de los acontecimientos sanitarios. "Las oficinas están preparadas, con todas las medidas de prevención, distanciamiento, geles o toma de temperatura y estamos trabajado presencialmente un grupo reducido de personas (directores y senior managers) pero no se ha tomado una decisión sobre cuándo se incorporará el resto", indican.

Medidas de seguridad

Lo cierto es que todas las empresas consultadas coinciden en que la máxima es la flexibilización, pero también la seguridad dentro de sus instalaciones. En el caso de Telefónica, se realizará una gestión de espacios de trabajo que permita respetar en todo momento la distancia de seguridad (1,5 metros) y la no superación del aforo del 50% o del porcentaje que en cada momento establezcan las autoridades sanitarias competentes.

Los servicios de restauración y otros establecimientos se abrirán progresivamente a partir de septiembre y se permitirán las reuniones en las salas habilitadas al efecto, siempre que se garantice el 50% de ocupación y el mantenimiento de la distancia de seguridad.

Del mismo modo, en un mes de agosto marcado por los rebrotes, las principales entidades del país consultadas por este periódico mantienen abierta la puerta a que en septiembre se tengan que reforzar las medidas de seguridad en sus grandes sedes corporativas que, desde marzo, no han vuelto a concentrar a todos sus trabajadores. Esto implica la posibilidad de reducir la presencia de personal en ellas.

“Estamos analizando la situación y tenemos preparados los protocolos para cualquier posible escenario, tal y como ya demostramos hace unos meses”, explica a este periódico un portavoz de Banco Santander, que llegó a superar los 110.000 empleados trabajando desde casa.

La citada entidad ya ha incorporado a más del 80% de los trabajadores, si bien estos no acuden a las oficinas los cinco días de la semana ni todas las horas de la jornada laboral. Al ser agosto, además, coincide con que hay personal de vacaciones.

Situación de la banca

A lo largo de estos meses, toda la banca española ha ido aprobando medidas para adaptar el trabajo a la ‘nueva normalidad’ que ha traído el coronavirus. Un claro ejemplo son las apps internas desarrolladas por las entidades para detectar posibles contagios a tiempo.

En el caso de BBVA -que ha extendido el teletrabajo a 86.000 personas en todo el mundo-, su área de Ingeniería ha creado una aplicación móvil para detectar vía bluetooth las interacciones de las personas dentro del banco y preservando la privacidad, pero con capacidad de enviar una alerta a todos los contactos próximos de las personas contagiadas.

Precisamente desde esta entidad, la responsable de Estrategia y Desarrollo de Soluciones en el área de Talento y Cultura de BBVA, Inma Catalá, explica cómo el proceso de transformación digital en el que el banco lleva inmerso varios años también implicaba “una nueva cultura digital de trabajo, nuevos modelos de trabajo y una evolución hacia un entorno de trabajo digital”. Algo que la pandemia ha permitido testar.

En este contexto, desde el banco reconocen que el trabajo remoto masivo ha favorecido el trabajo por objetivos frente al trabajo por horas dedicadas. Pero al mismo tiempo, la experiencia ha permitido a la entidad identificar que “el teletrabajo no ofrece condiciones óptimas para todo tipo de trabajo, por ejemplo, para determinadas funciones de creación e innovación que demandan mayor interacción personal o puestos que requieren medios de trabajo específicos”.

100% de teletrabajo

Al igual que en el caso del banco azul, para la gran banca española el trabajo en remoto no era algo del todo desconocido antes de la Covid. Pero esta crisis lo ha popularizado hasta niveles impensables hace apenas medio año.

ING es el que más rápido ha establecido cambios permanentes para su modelo laboral tras la experiencia del ‘proyecto piloto’ forzoso que supuso el confinamiento. La filial española del banco holandés ya ha establecido el 100% de teletrabajo libre para sus 1.400 trabajadores en España tras conseguir niveles récord en captación de cuentas nómina este año.

Con todo esto, la banca está lista para volver a elevar el porcentaje de trabajo en remoto si con ello se mejora la conciliación de sus empleados en el caso de que no abran los colegios o se contribuye a reducir el tránsito en el transporte público para frenar el avance del coronavirus.

Noticias relacionadas