Fiat Chrysler Automobiles (FCA) obtuvo unas pérdidas netas de 1.694 millones de euros en el primer trimestre de este año, en comparación con las ganancias de 508 millones de euros en el mismo periodo de 2019, debido al impacto que la crisis del coronavirus tuvo en el sector automovilístico.

Tal como ha explicado el consejero delegado de FCA, Mike Manley, esta "adversidad sin precedentes" tuvo y seguirá teniendo un impacto "significativo" en las operaciones de la compañía, y la prioridad de la empresa continuará siendo la salud y la seguridad de las personas.

Así, FCA redujo sus ingresos un 16% entre enero y marzo, con 20.567 millones de euros. Sin embargo, su resultado operativo se mantuvo en positivo, con 52 millones de euros, a pesar de que esta cifra supone un descenso del 95% en comparación con el año anterior.

De esta manera, las pérdidas netas ajustadas de FCA se situaron en 471 millones de euros, muy por debajo del beneficio neto ajustado de 570 millones de euros que generó la compañía entre enero y marzo del año pasado.

Por mercados, FCA facturó 14.541 millones de euros en Norteamérica, un 9,4% menos, mientras que en Europa, Oriente Medio y África ingresó 3.732 millones (-26,4%) y en Asia y Pacífico 466 millones (-21,3%). La marca Maserati registró unas ventas de 254 millones de euros, un 46% menos.

Todo ello en un trimestre en el que FCA se vio obligada a suspender la producción de todas sus plantas para evitar una propagación mayor del coronavirus. "Con la dedicación de nuestros empleados, tengo la máxima confianza en nuestra capacidad de navegar a través de esta crisis y emerger bien posicionados para crecer y prosperar", ha subrayado Manley. Mientras, se mantiene el trabajo para su fusión con PSA.

La familia Agnelli, dueña de Fiat, anunció a mediados de marzo una donación de 10 millones a la Protección Civil italiana, que se ocupa de coordinar la emergencia nacional.

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