La maquinaria de la reestructuración está en marcha en Deoleo. Esa misma maquinaria es la que amenaza con convertirse en una bomba de relojería a punto de estallar en manos de los pequeños accionistas de la aceitera. A la espera de más detalles sobre su plan de reflotación financiera, los volúmenes disparados y los bandazos de precio se han convertido en el escenario habitual con el que estos inversores tienen que lidiar.

Los datos de negociación de las últimas sesiones hablan por sí solos sobre la especulación desatada en un valor de cuyo plan de rescate se sabe poco más allá de que tiene previsto enfrentarse a varias ampliaciones simultáneas de capital y de que sus actuales acciones serán amortizadas por cero euros. Esta es la pieza clave de la “bomba de relojería” a la que apunta un gestor al recordar que, más allá de los últimos vaivenes de cotización, “lo natural sería que su precio tienda poco a poco a desaparecer”.

La horquilla de precios en la que Deoleo se ha movido en las cuatro últimas sesiones va desde los 0,0186 hasta los 0,0664 euros por acción, lo que implica una diferencia del 257% entre máximos y mínimos. Sin embargo, si finalmente se confirma la pérdida total de valor de estos títulos, podría llegar un progresivo descenso hacia los 0,0001 euros, cota en la que actualmente se sitúa el mínimo de cotización de una acción en la bolsa española.

El analista Roberto Moro señala que, sin embargo, mientras no se rompa al alza la “resistencia brutal” de los 0,081 euros, poco cambia en el aspecto claramente bajista de la compañía aceitera. Y, de momento, el asalto a una cota que no se corona desde el pasado enero parece harto improbable. Entonces, tras un fugaz paso por esta zona, se produjo un fuerte retroceso que, explica el experto, ahora podría producirse en el momento en que se pierdan de vista los 0,041 euros por acción. Algo que, en su opinión, “sería muy peligroso”.

"La extrema volatilidad de Deoleo y la falta de concreción de su plan de reestructuración financiera la han convertido en un chicharro apto solo para los especuladores más aguerridos"

Y mientras tanto, el aluvión de apuestas especulativas de cortísimo plazo sigue haciendo de las suyas en la dueña de marcas como Carbonell, Bertolli, Hojiblanca y Koipe. En los últimos cuatro días han cambiado de manos nada menos que 1.001,5 millones de acciones, una cifra que equivale a un 220% de su ‘free float’, que apenas alcanza el 36,5% del capital de la compañía. Solo el martes pasado se negociaron 387,2 millones de acciones de la aceitera, cuando su media diaria anual está en 94,5 millones, según datos de Infobolsa.

Esta especulación tiene un doble componente. De una parte, las apuestas de cortísimo plazo para ganar elevadas rentabilidades con diferencias de unas pocas milésimas de euro por acción, lo que en jerga bursátil se conoce como ‘centimeo’. De otra, la llegada de inversores que confían en que, aún con la reducción a cero del valor de estas acciones, la entrega a cambio de derechos de suscripción preferente y warrants pueda compensar este roto a sus carteras. Algo que, a falta de un calendario oficial o precios ni tan siquiera estimativos, convierte a esta estrategia en una opción de alto riesgo.

El analista Joaquín Robles, de XTB, recuerda que de momento la situación financiera de la compañía sigue siendo “muy mala” y que para enmendarla no hay todavía un plan definitivo encima de la mesa. “No es una oportunidad de inversión para un particular”, explica al apuntar que la especulación desatada podría no ser otra cosa que “unos últimos coletazos antes de desaparecer”. Además, recuerda que el principal accionista de Deoleo es el fondo de capital privado CVC Partners, que podría introducir en el proceso de reestructuración la venta de ciertos activos con el fin de conseguir una rentabilidad extra para su inversión, que alcanza a un 56,4% de su capital social.

BAJO LA BATUTA DE CVC

Por detrás de CVC Partners, cuyo desembarco en la compañía en 2014 levantó una espesa polvareda por la pérdida de ‘españolidad’ de la primera fabricante de aceite de oliva del mundo, están CaixaBank (4,99%) e Invesco, que estrenó una posición del 2,07% en enero, ya al calor de lo que pudiera deparar su plan de reflotación. En los últmos meses, se han retirado de la compañía Mao Holdings -accionista desde el año 2005-, Unicaja Kutxabank.

Un factor más que previene a los analistas de alabar la operación de salvamento propuesta es que pasa por un modelo similar al que se empleó en Pescanova dejó arrinconados a los accionistas de la sociedad a un testimonial 2% de la nueva compañía a la se traspasaron todos los activos del grupo. El objetivo en Deoleo es similar, pero se quiere que los actuales accionistas tengan un peso de alrededor del 51% en la nueva sociedad, aunque el porcentaje podría quedar diluido si se procede a nuevas ampliaciones de capital tras la ‘operación acordeón’ inicial.

En este sentido, el objetivo de los gestores de Deoleo es compensar deudas con acreedores a cambio de un 49% de la nueva sociedad que recibirá los activos de la compañía. A la vez, se amortizarían a cero euros las actuales acciones del grupo para compensar las pérdidas acumuladas por la compañía, mientras que se procedería a una ampliación de capital con derechos de suscripción preferente por un importe máximo de 50 millones de euros, de los cuales 40 millones están asegurados por CVC en caso de que fuese necesario. Además, las participaciones preferentes emitidas por la cotizada también serán canjeadas por acciones de nueva emisión.

LA NOVEDAD DE LOS WARRANTS

En medio de toda esta operación compleja, se suma un factor más que es el origen de buena parte de esta especulación. Más allá de que el precio de suscripción de las nuevas acciones pudiera compensar posibles pérdidas acumuladas con los títulos actuales, Deoleo se ha comprometido a emitir warrants para sus inversores no profesionales que les permitirían sacar tajada de una eventual venta, fusión u operación corporativa futura. Una posibilidad que con CVC como principal accionista y guionista de la operación parece bastante verosímil, según comentan varios analistas.

Estos son los ingredientes que aseguran que “en el futuro continúe esta fuerte volatilidad” de las últimas sesiones, como subraya Roberto Rojas, analista de Admiral Markets España. Un chicharro en toda regla que el experto no ve “recomendable para aquellos inversores que tengan una mayor aversión al riesgo”. En su lugar, más bien ve oportunidades de corto plazo “para los especuladores más aguerridos”.

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