Tres años después de la fusión entre Siemens y Gamesa, la germanización de la empresa de aerogeneradores que cotiza en el Ibex 35 avanza a pasos agigantados. En las últimas semanas se han producido las salidas forzadas de importantes directivos, pese a la reciente victoria judicial de Iberdrola que limita los poderes del CEO alemán Markus Tacke.

Ramesh Kymal, Wim Geldhof, Iñaki Berriozabal han abandonado la compañía recientemente con lo que el peso de los gestores traídos por los alemanes a la cúpula del grupo desde 2017 es ya prácticamente total... con Tacke como consejero delegado. El directivo alemán ha creado un equipo a su imagen y semejanza y ha prescindido de los directivos de Gamesa que lideraron la compañía durante los últimos años.

Unas decisiones que no han gustado en la vieja guardia de Gamesa y que pueden complicar el futuro de la compañía, que parece que se ha olvidado de su legado español y que en su futuro parece no contar con el equipo directivo que lideró el desarrollo de la compañía en los últimos lustros. Y Markus Tacke es el principal señalado.

El Grupo Schindler anunció la semana pasada su intención de iniciar un procedimiento de despido colectivo (ERE) que afectará a 120 personas de la unidad de producción de componentes SDS (Schindler Drive Systems). Estamos hablando de un 25% del volumen total de la plantilla actual de esta compañía.

Una decisión que se toma un año después de que José Manuel Nieto fuese nombrado como nuevo CEO de Schindler Iberia. "La demanda en los mercados de ascensores en el sur de Europa ha disminuido significativamente en los últimos años y se prevé que se mantenga baja en el futuro", fue la justificación del equipo de Nieto para estos despidos.

Una decisión que sorprende si consideramos que en marzo del año pasado el propio Nieto indicaba que este año aspiraban a vender por encima de los 3.000 ascensores en España, "lo que supondría un 30% más que el año pasado”. Unas previsiones que desde luego no calzan con el despido de 120 personas. Mal comienzo de Nieto.