Bruselas

El Banco Europeo de Inversiones (BEI), el órgano financiero de la UE con sede en Luxemburgo, quiere convertirse en un auténtico banco verde que sea punta de lanza en la lucha contra el cambio climático en el continente. Su consejo de administración -en el que están representados los 28 países miembros- acaba de aprobar una nueva política de préstamos cuya principal novedad es que dejará de financiar los proyectos energéticos basados en combustibles fósiles, entre ellos el gas natural, a partir de finales de 2021.

Desde 2013, el BEI ha prestado 13.400 millones a infraestructuras de combustibles fósiles, de los cuales 9.000 millones a gaseoductos y redes de distribución. Entre los proyectos más conocidos en España se encuentra el fallido almacén de gas Castor, al que la entidad financió con 500 millones de euros. Pero más recientemente también ha aportado 125 millones para infraestructuras de gas en Canarias o 600 millones para la red de Gas Natural Fenosa.

"El BEI ha sido el banco del clima de Europa durante muchos años. Hoy ha decidido dar un salto cualitativo en su ambición. Dejaremos de financiar los combustibles fósiles y lanzaremos la estrategia de inversión climática más ambiciosa de todas las instituciones financieras públicas", ha dicho su presidente, Werner Hoyer. El BEI ya puso fin en 2013 a sus préstamos a proyectos de generación de electricidad a partir de carbón y lignito.

El endurecimiento de la política de créditos al sector de la energía no se ha llevado a cabo sin controversia. Un total de 19 Estados miembros, entre ellos España y también Alemania, que dudó hasta el final, apoyaron el giro. Tres países (Polonia, Rumanía y Hungría) votaron en contra porque querían más flexibilidad para la financiación del gas. Otros seis se abstuvieron: Estonia, Lituania, Malta y Chipre también por la cuestión del gas; Luxemburgo y Austria porque se oponían a incluir la energía nuclear.

El 50% de la financiación a la crisis climática

En todo caso, el BEI se ha comprometido a "garantizar una transición energética justa". En aquellos países con problemas particulares, está dispuesto a financiar hasta el 75% del coste subvencionable de las nuevas inversiones en el sector de la energía.

Por lo demás, el banco de la UE se compromete a movilizar 1 billón de euros para inversiones destinadas al clima y la sostenibilidad medioambiental en la década de 2021 a 2030. Además, incrementará progresivamente la cuota de su financiación dedicada a la lucha contra el cambio climático hasta alcanzar el 50% de sus operaciones en 2025.

Con esta nueva estrategia, el BEI se alinea con las prioridades de la presidenta electa de la Comisión. Ursula von der Leyen quiere que Europa se convierta en el primer continente climáticamente neutro del mundo en 2050 y ha prometido presentar un Pacto Verde para Europa durante sus 100 primeros días en el cargo.

"Todos los bancos públicos y privados deberían seguir los pasos del BEI y poner fin a la financiación para el carbón, el petróleo y el gas con el fin de afrontar la crisis climática", reclama Sébastien Godinot, portavoz de la oficina en Bruselas de la organización ecologista WWF.

Noticias relacionadas