Norman Sorensen (Codere) y Álvaro Salafranca (Starbucks)

Empresas

21 octubre, 2019 01:31

Sorensen no acaba de poner orden en Codere

Norman Sorensen no termina de poner orden en Codere. En su condición de Presidente no ejecutivo debe mediar con los accionistas, pero también tratar de ayudar a que el equipo directivo pueda acabar con los problemas en la casa. Si hace unos meses era una discusión con antiguos socios, ahora han aparecido irregularidades en algunas filiales en Latinoamérica. 

S&P ha hecho saltar la voz de alarma al rebajar la nota de la compañía de juego desde B a B- con perspectiva negativa. Le preocupa el agujero de 18 millones de euros que han aparecido en esas empresas latinoamericanas de Codere. Tras descubrir los problemas, la empresa ha abierto un informe forensic para intentar aclarar lo ocurrido. Sin embargo, S&P cree que eso puede retrasar la refinanciación de los 775 millones de euros que tiene en bonos con vencimiento en 2021. 

Codere necesita orden urgentemente. Su situación no puede seguir siendo convulsa durante más tiempo o acabará en manos de un tercero. Sorensen no logra su objetivo, y eso que los fondos le pusieron ahí para tener bajo control la compañía. ¿Aguantará el tirón? 

Álvaro Salafranca no evita las pérdidas de Starbucks

Starbucks es sinónimo de éxito en todo el mundo. Cada vez más gente acude más a tomar un café en la cadena internacional, aunque en España las cosas no han ido del todo bien durante 2018. La cafetería perdió en nuestro país 885.000 euros, sus primeros números rojos desde 2012 pese a registrar un récord de ingresos. Unas cifras que son directa responsabilidad de Álvaro Salafranca, el histórico director general de la compañía durante los últimos 16 años.

Salafranca ha sido el gran responsable de la gran expansión en España, pero sus primeros números rojos después de seis años de crecimiento ininterrumpido demuestran que el modelo muestra síntomas de agotamiento en un contexto de creciente competencia y de saturación de franquicias de restauración.

Álvaro Salafranca ha apostado por seguir creciendo y precisamente justifica las pérdidas de 2018 por la inversión de 12,7 millones de euros para financiar la apertura de nuevas tiendas. Sin embargo, a la luz de los datos no parece que sea la decisión más acertada. Queda por ver como se desarrollará el 2019 de Starbucks, su primer ejercicio bajo el paraguas de Zena-Alsea, aunque el punto de partida no es de los mejores.