Las protestas han sido las protagonistas de la jornada. Centenares de jubilados de Endesa se han dado cita este martes ante la sede de la eléctrica, en Madrid, para mostrar su rechazo hacia la posible pérdida de la tarifa de empleado. Posible porque, si sindicatos y compañía no llegan antes a un acuerdo, el próximo lunes los 26.000 exempleados de la eléctrica dejarán de tener este beneficio, considerado como salario en especie.
La concentración de los jubilados ante la sede de Endesa no ha sido casual. Estaba convocada una reunión de la comisión negociadora del V Convenio Colectivo de la compañía, en el que se trabaja desde hace más de 70 reuniones, y que está encontrando en la tarifa de empleado su principal escollo. Hasta ahora, empleados y extrabajadores pagan los impuestos y los peajes regulados de la factura, pero el consumo eléctrico, cerca del 40% de la misma, es gratis.
La reunión, por tanto, se ha visto empañada por las protestas de los jubilados, por lo que ha sido breve y solo se ha tratado una cuestión, según ha podido confirmar este periódico con fuentes conocedoras del encuentro.
Los sindicatos (CCOO, UGT y SIE) han pedido a la empresa prorrogar este beneficio más allá del próximo día 30 de septiembre, cuando estos jubilados dejarán de tener esta tarifa de empleados. Algo a lo que la empresa se ha negado alegando que "no se dan las condiciones". Es decir, que en las últimas semanas no ha habido acercamiento de posturas entre las partes negociadoras, como sí lo hubo hace tres meses, cuando la eléctrica aplazó hasta septiembre esta decisión.
Propuestas alejadas
Tanto es así que las propuestas de empresa y representantes de los trabajadores no guardan ningún parecido. El pasado jueves, Endesa dejó por escrito su última oferta, a la que tuvo acceso este periódico: limitar el consumo a 3.500 KWh al año para los trabajadores actuales, lo que considera un consumo medio. Para los jubilados, marca también el límite de 3.500 kWh al año pero ofrece otros 2.000 kWh al 50% del precio que fije la Administración.
Muy lejos, por tanto, de la propuesta de los sindicatos, que pasa por ordenar la tarifa de empleado estableciendo un consumo de 15.000 kWh al año para todos los trabajadores. Además abogan por establecer la forma de compensar el consumo a partir de 15.000 kWh para quienes actualmente lo tienen por encima (los hay con 20.000 y 30.000 kWh) y mantener la condición tras la jubilación solo para los que la tengan por sus convenios de origen.
Pero no está todo perdido. Este miércoles por la mañana volverán a sentarse para tratar de acercar posturas. Lo harán, a partir de ahora, reunidos en mesas más pequeñas, en las que se atarán los diferentes aspectos que se están tratando en el convenio. La tarifa de empleado, no obstante, seguirá siendo la gran protagonista.