Cruce de guiños en Cuba. Cuando han pasado cuatro meses desde el levantamiento del título III de la Ley Helms-Burton por parte del gobierno de Donald Trump, el ejecutivo de la isla empieza a inclinarse a favor de uno de los actores principales en el asunto: las hoteleras.

El pasado fin de semana se inauguró en la isla el Hotel Meliá Internacional Varadero, un evento que contó con la presencia de directivos de la empresa, entre los que se encontraba su presidente, Gabriel Escarrer Juliá, representantes de otras cadenas, y miembros del cuerpo diplomático cubano, entre los que se encontraban el presidente del país, Miguel Díaz-Canel, y el ministro de Turismo, Manuel Marrero, apuntan los medios locales.

La presencia del Gobierno hacía presagiar su apoyo a las empresas que operan en la isla y que han sido denunciadas por ocupar terrenos expropiados a familias cubanas durante la Revolución Castrista. Era el primer guiño de un intercambio que dejaría más claro todavía de qué parte está el Ejecutivo.

Pero la certeza llegó cuando el ministro de Turismo tomó la palabra. "Estamos contentos y orgullosos de la presencia de Meliá en Cuba", una empresa que contribuye "de manera importante al desarrollo turístico del país".

Palabras de agradecimiento, recogidas por la prensa cubana, hacia el presidente de la empresa, el artífice de la presencia de la hotelera en la isla, quien devolvió el guiño a las autoridades cubanas. Gabriel Escarrer trasmitió su alegría y gratitud por la presencia del presidente de Cuba en el acto y enfatizó en que es en los momentos difíciles cuando los verdaderos socios deben mantener lealtad mutua.

El ADN de Meliá

Cuba lleva casi 30 años en el ADN de Meliá. A lo largo de todo este tiempo, "tuvimos que soportar dificultades y vicisitudes", además de la "incompresión, intolerancia y presiones de algún país", ha explicado el presidente de la hotelera.

Escarrer siente un gran cariño a Cuba, que "está estrechamente arraigado a nuestra historia". Es por eso que "nunca, ni un solo día, nos hemos arrepentido de apostar con fuerza por este país". Algo que seguirá haciendo porque "el turismo de Cuba estará siempre unido al nombre de Meliá", ha añadido.

El Hotel Meliá International Varadero, de cinco estrellas, cuenta con 946 habitaciones distribuidas en 11 plantas, y una importante oferta gastronómica y de servicios. Dispone de 15 restaurantes y 16 bares, un Spa, una infinity pool y una zona de convenciones de 1.000 metros cuadrados con siete espacios de reuniones y un salón de baile.

La incógnita

Las palabras del gobierno cubano durante la inauguración del hotel han supuesto un soplo de aire fresco para las hoteleras con actividad en el país. Hasta hace una semana, su posición era una incógnita porque, en función de sus intereses, podría inclinarse a favor de estas o de los demandantes.

Como explicó un experto en la materia a principios de este mes a EL ESPAÑOL, si al gobierno cubano le interesase más tener a las empresa allí, no se metería en el asunto o incluso les facilitaría el camino para garantizar su permanencia en el país. Si por el contrario le interesase recuperar esos terrenos, se inmiscuiría y pelearía por ellos.

Afortunadamente, se está dando el primer supuesto. Muestra de ello es que, según medios oficialistas, Cuba cerró junio con 72.965 habitaciones hoteleras. De ellas, 2.081 fueron construidas en 2019 y a esa cifra se sumarán otras 4.197 antes de finalizar el año.

Y es que, pese al bloqueo de Estados Unidos, que tiene al turismo entre sus principales blancos, Cuba sigue apostando por esta actividad económica como fuente generadora de divisas, al igual que los hoteles siguen apostando por la región.

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