El abogado defensor del expresidente de Bankia Rodrigo Rato, que ha reanudado este lunes la exposición de su informe final en el juicio por la salida a Bolsa de la entidad, ha destacado que no hubo "ni contabilidad paralela, ni paraísos fiscales, ni ocultación de datos", sino sólo "buena praxis bancaria".

El letrado ha puesto énfasis en el hecho de que no se ha podido acreditar "ninguna ocultación de datos", ya que en su opinión lo que se pretende es "valorarlos de manera distinta" al criterio de los entonces administradores.

La de Bankia fue una trayectoria que en todo momento estuvo sujeta a un seguimiento continuado por parte de los organismos reguladores y supervisores, el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Todos ellos dieron su visto bueno a una actividad, la bancaria, que conlleva un elevado nivel de riesgos, entonces "¿qué más había que hacer?", se ha preguntado.

La supervisión de Bankia, y anteriormente de BFA y de las cajas que dieron lugar a la entidad fue en todo momento "máxima", mediante equipos de inspección "in situ", mediante el que se obtiene más y mejor información, de manera más temprana y con mejores flujos, que no dieron lugar a ni un sólo expediente o reparo.

Está acreditado, ha explicado el abogado, que se conformaron hasta nueve grupos de trabajo formados por inspectores del Banco de España, técnicos de las entonces cajas, "que tocan todas las áreas, contable, jurídica, laboral".

A partir de septiembre de 2010, en el momento de formarse el sip de cajas, hubo cientos de reuniones, ha añadido.

Y no existió "ningún dato relevante que no haya sido conocido", ha reiterado, ya que "lo que se discute en esta Sala es el tratamiento contable de datos conocidos", pero no su manipulación.

Rodrigo Rato se enfrenta a una petición de la Fiscalía Anticorrupción de ocho años y medio de cárcel por presunta estafa a inversores y falsedad contable.

Goirigolzarri reformuló las cuentas

Por otro lado, el abogado de Rato ha asegurado que José Ignacio Goirigolzarri reformuló en 2012 las cuentas de Bankia referidas al ejercicio 2011 por el cambio en las estimaciones económicas, rechazando así que se llevara a cabo para aflorar pérdidas no reconocidas en años anteriores como sustentan las acusaciones y los peritos judiciales.

"La refomulación se hizo al tener acceso a información nueva, que llevó a un cambio en las estimaciones, ya que la crisis estaba acuciando", ha dicho.

También ha hecho referencia a los decretos de provisiones impulsados por el entonces ministro de Economía Luis de Guindos y a la comunicación por adelantado del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre sus estimaciones para el sector financiero español.

"En definitiva, había algo distinto al momento en el que se había producido la formulación de las cuentas, por lo que no es que existiera una ruptura o una traición de la imagen fiel", ha precisado.

Goirigolzarri, actual presidente de Bankia, declaró el pasado mes de marzo en calidad de testigo y aseguró que la reformulación se hizo por el "extraordinario cambio" que se produjo en la economía española en esos meses y a los 'decretos Guindos'.

Debido al nuevo entorno, el nuevo equipo quiso formular unas cuentas "desde cero", que arrojaron unas pérdidas de casi 3.000 millones frente al beneficio de más de 300 millones de las cuentas formuladas en marzo.

Por otro lado, Ayala ha reprochado que las acusaciones afirmen que los deterioros se hubieran producido con anterioridad a 2010. "Teniendo en cuenta que la crisis mundial fue en el segundo semestre de 2011, resultaría que Bankia fue el único banco del mundo que no sufrió la crisis", ha reprochado.

En su opinión, según el planteamiento de las acusaciones, parece que Bankia "pasó por la crisis sin enterarse y que todos los deterioros fueron anteriores". "Todas las entidades sufrieron hasta el punto de tener que provisionar 192.000 millones de euros, pero casi todas lo hicieron en 2012, algunos decidieron hacer el cargo a 2011", ha dicho.

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