Pitido inicial. Telefónica y sus representantes sindicales se reunieron la semana pasada por primera vez en la mesa negociadora del nuevo convenio colectivo de sus filiales españolas. Un proceso que, según fuentes de los trabajadores, debería arrojar la luz en otoño con las nuevas condiciones laborales de 21.000 empleados.

El proceso se abrió bajo la supervisión de María Emilia Casas, expresidenta del Tribunal Constitucional, una figura de consenso que liderará unas negociaciones que pueden extenderse hasta bien entrado el comienzo del próximo curso. Este nuevo convenio deberá sustituir al que actualmente se encuentra prorrogado y que expiró el 31 de diciembre de 2018.

El nuevo convenio de Telefónica abre una serie de interrogantes para la plantilla; entre ellos, el de si efectivamente se realizará un nuevo Plan de Suspensión Individual de Empleo (PSI) como el que se aprobó en 2015 y que se saldó con la salida definitiva de 6.500 empleados.

Las fuentes sindicales con las que ha hablado EL ESPAÑOL, indican que, hasta el momento, la dirección llama a la calma y no mueve ficha, pero que si hacemos caso a las últimas negociaciones del convenio colectivo de la última década, todas se han saldado con un plan social para redimensionar la plantilla

Trabajadores que podrían ser afectados

Los cálculos de los sindicatos apuntan que, si se realiza el mismo baremo de edad del anterior PSI, la pirámide de edad arrojaría unos 5.000 trabajadores nacidos entre los años 1966, 1967 y 1968. El plan de bajas incentivadas aprobado en 2016, se planteó para los menores de 53 años y con quince años de antigüedad en la empresa. 

Los empleados que optaron por dejar la empresa –a la que pueden volver si lo solicitan- recibieron un 68% del salario bruto hasta su jubilación, manteniendo algunos de los beneficios sociales, la antigüedad y recibiendo el pago de la Seguridad Social por parte de la empresa. El plan buscaba reducir plantilla de la manera menos traumática posible. 

¿El problema? El coste. El PSI cerrado a finales del año pasado costó 3.800 millones de euros y en el actual contexto del sector, con los ingresos estancados, no sería fácil para Telefónica abordar un coste de estas características, aunque se ahorrasen 1.400 millones de euros como en el plan anterior.

Subida salarial del 1,5%

Con todo, las fuentes sindicales consultadas indican que un posible nuevo PSI solo se abordaría al final de la negociación y una vez resueltos todos los temas. Esto significa llegar a acuerdos en asuntos tan importantes como la movilidad geográfica, las clasificaciones profesionales, las cláusulas especiales, la conciliación, el teletrabajo, y los más importantes: las subidas salariales y la duración del convenio.

El anterior convenio contempló un aumento salarial de un 1,5%. La prórroga del convenio amplió a 2018 las garantías sobre no movilidad forzosa interprovincial y no adscripción forzosa en caso de segregación de actividad. Los sindicatos pedirán un aumento mayor aunque se espera cerrar la negociación en cifras similares. 

El anterior convenio colectivo afectó a la plantilla de Telefónica de España SAU, donde se agrupa el grueso de los trabajadores de la compañía con 16.070 trabajadores al cierre de diciembre. A ellos habría que sumar otros 4.000 trabajadores de Telefónica Móviles y 1.000 de Telefónica Soluciones.

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