Al Banco de España no le extrañó que José Ignacio Goirigolzarri y José Sevilla, presidente y consejero delegado de Bankia desde 2012, aumentaran los saneamientos que debía hacer la entidad a su llegada. En concreto, se estimaron deterioros por valor de 22.000 millones de euros, que supone duplicar los que quería hacer el equipo liderado por Rodrigo Rato hasta su dimisión. 

Es una medida razonable, sensata y natural”, ha dicho el exdirector del departamento de inspección IV del Banco de España, Pedro González, quien considera que lo normal era proteger a la entidad. “Lo que se hizo fue un incremento de coberturas mediante un cambio de estimaciones, pero manteniendo los criterios”, ha sentenciado. 

González ha asegurado que él hubiera “hecho lo mismo” que el equipo entrante tras la dimisión de Rodrigo Rato. ¿Por qué el Banco de España no exigió un ajuste tan grande a Bankia antes? Básicamente porque “eran circunstancias excepcionales motivadas por la dimisión de Rato y la falta de una auditoría sobre las cuentas de 2011”. 

El detonante

De hecho, a su juicio, el desencadenante de la caída de Bankia son esos dos componentes: “la dimisión de Rato y la falta de auditoría en las cuentas de 2011”. El que no estuviera la opinión del auditor, Deloitte, en los resultados del ejercicio 2011 fue algo que pilló por “sorpresa” al Banco de España, según ha insistido González. 

No sólo eso, es que insiste en que se generó una “ansiedad y preocupación importantes” en el Banco de España y que provocó que el equipo de inspección de Bankia se quedara pensando “qué había pasado”. Máxime porque en ese momento se estaba terminando de preparar el denominado ‘Plan Rato’ para Bankia, que era la estrategia para el período 2012 - 2015, con el que se buscaba mejorar la eficiencia de la entidad. 

En él, y según ha relatado el inspector, el  Banco de España exigió que las provisiones pasaran de 4.000 millones de euros a los 10.000 millones de euros. Además, se pidió al exconsejero delegado, Francisco Verdú, que se implementaran medidas para mejorar la captación de nuevos recursos. 

Bancaja 

“Básicamente eran temas de gestión”, ha señalado el inspector. Entre ellas estaba la necesidad de “reducir costes, mejorar las comisiones y tarjetas de crédito, impulsar la captación de pasivo más barato y mejorar la gestión de los activos adjudicados”, ha señalado el exdirectivo del Banco de España. 

Unas declaraciones que ha hecho durante la segunda jornada en la que González comparece ante la Audiencia Nacional en el marco de la salida a bolsa de Bankia. En esta ocasión ha reconocido que la situación de Bancaja contribuyó a acelerar la caída de Bankia. “Diagnosticamos mal” la situación de la entidad valenciana, ha insistido. En concreto, no fue hasta el último trimestre de 2011 cuando el regulador se da cuenta de que la mora inmobiliaria de la entidad va a ser un problema. 

“En el último trimestre de 2011 detectamos que entraban en mora grandes cantidades de riesgo procedentes de Bancaja”, ha dicho, para asumir que “estaba peor de lo que pensábamos”. Una situación que obligó al equipo gestor de Bankia a acelerar y aumentar las provisiones por deterioro

Los correos de Casaus 

González ha vuelto a insistir en que los correos electrónicos enviados por el inspector José Antonio Casaus alertando de la inviabilidad de Bankia eran “meras opiniones que no estaban fundamentadas sólidamente”. 

Eso sí, González asume que el Banco de España estudió la estructura de doble banco que tenía el Grupo BFA - Bankia y se llegó a la conclusión de que era "la mejor para evitar el daño a los minoristas”. De hecho,  ha insistido en que la obligación de Casaus y el resto del equipo de inspección era ir conformando una opinión para el Banco de España, por lo que cree que obró bien lanzando sus reflexiones en correos electrónicos internos. 

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