El dato puede no ser demasiado sorprendente para algunos, pero no por ello deja de ser menos impactante. El uso diario de la mensajería digital casi duplica al de las llamadas por móvil y fijo. De esta manera, para el 95,1% de la población española la mensajería instantánea es el canal preferido para comunicarse, por encima incluso de la comunicación en persona, que se reduce al 86,6%.

Son datos del informe La Sociedad Digital en España 2018, documento presentado este martes por Telefónica donde se dibuja un escenario de hiperconectividad en el corto plazo en el que es más necesario que nunca un marco ético en el que la tecnología esté al servicio de las personas. El nacimiento de un ciudadano digital que tiene una serie de retos por delante como la llegada del 5G, la irrupción de la inteligencia artificial en el hogar, el uso y la propiedad de los datos o la irrupción de las fake news.

Paradójicamente quizás uno de los desafíos más grandes es el de la comunicación y de sus cambios motivados por la hiperconectividad. El informe de Telefónica refleja que en España cada vez menos gente habla por teléfono y utiliza cada vez más aplicaciones de mensajería instantánea (WhatsApp, Facebook Messenger o Telegram), que crece de manera imparable como primera forma de comunicación.

El uso diario de mensajería instantánea casi duplica al de las llamadas de móvil y fijo, y un 60% de la población envía mensajes instantáneos varias veces al día, mientras el 24% llama por un móvil y solo el 12% por el fijo. Un crecimiento que incluso se ha llevado por delante a la comunicación en persona, en especial en el segmento joven. En 2018, el 96,8% de los jóvenes españoles de entre 14 y 24 años utilizó el WhatsApp como canal preferente para comunicarse con familiares y amigos. Son la nueva Generación Mute.

Ciudades inteligentes y nuevos puestos de trabajo

Una hiperconectividad en la que España parte con una ventaja comparativa respecto del resto del mundo. El 2018, el parque de líneas móviles siguió sumando clientes en España y  cerró septiembre con la cifra récord de 53,4 millones, un 2,9% más que el año pasado, que contaba con 51,8 millones de líneas.

La cobertura de redes 4G alcanzó al 97,2% de la población, cuando en 2014 era solo del 47,8%. Además, España tiene un nivel de penetración de fibra óptica hasta el hogar del 71%, superior a la suma de los porcentajes de Reino Unido, Francia y Alemania juntos.

La hiperconectividad también llega de la mano de la inteligencia artificial y del internet de las cosas, con ciudades inteligentes, los cobots (robots colaborativos) y los asistentes de voz como Aura o Alexa. Por ejemplo, Barcelona ha creado 47.000 puestos de trabajo mediante la implementación del Internet de las Cosas, se ha ahorrado 42,5 millones en agua y ha generado un extra de 36,5 millones cada año gracias a las soluciones de aparcamiento inteligente.

El informe señala además que en España existen al menos 10.000 puestos de trabajo sin cubrir en el sector digital por falta de perfiles cualificados: ingenieros de software y programadores full-stack, especialistas en big data, business intelligence y tratamiento de datos; diseñador visual de interfaces o de experiencia de usuario, ingenieros especializados en robótica y expertos en metodologías agile, etc..

Televisión, protección de datos y 'fake news'

En el ámbito de la industria audiovisual, la televisión de pago ha llegado para quedarse. Uno de cada tres hogares españoles conectados a internet contrata plataformas de pago para ver contenidos audiovisuales online, empieza a igualarse el tiempo que los españoles pasan delante de la pantalla de televisión con el de otros dispositivos. El primer trimestre del año se cerró con 6,7 millones de abonados en televisión de pago, según datos de la CNMC.

Pero los avances tecnológicos también han traído desafíos. El primero es la privacidad y la protección de los datos. Según el informe, si nos atenemos al hecho concreto de la entrega de datos personales, el 82,9% de la población española considera que la privacidad de sus datos en la red es muy importante, cifra que supone un descenso, frente al 87% de 2017. En concreto, más de la mitad de los consumidores españoles, el 57%, se sienten cómodos con el empleo de sus datos personales.

Otra de las preocupaciones de la nueva sociedad digital son las fake news. El año pasado, varios analistas advirtieron del peligro de aplicar la inteligencia artificial para fabricar noticias falsas en formato audiovisual, lo que se bautizó como deepfake o mentiras profundas, una serie de algoritmos que se conocen como modelos generativos ya son capaces de generar expresiones y gestos faciales para simular intencionadamente discursos que no existen. Se estima que para 2022 los ciudadanos de países desarrollados consumirán más información falsa que verdadera.

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