Ericsson España ha superado su particular travesía por el desierto después de haber presentado cinco EREs en diez años, el último en 2017 a 450 trabajadores, y tras haber puesto en marcha un completo plan de relanzamiento con nuevas áreas estratégicas y el foco puesto en los negocios más rentables. Esto ha permitido a la compañía aumentar sus ingresos por primera vez desde 2013, ganar más de un 40% en bolsa durante 2018 y volver a ganar cuota de mercado.

En una larga charla con este periódico, José Antonio López, su CEO en España, se ha mostrado confiado en el crecimiento de la compañía en los próximos años, ha centrado su análisis en las perspectivas del 5G para el mercado y ha criticado la aplicación de la tasa digital en nuestro país. Claro, conciso y directo, tampoco ha dejado pasar la oportunidad para criticar el ecosistema español y los pocos esfuerzos que hace el Gobierno para ayudar a las tecnológicas. 

Pedro Sánchez le pide que aplique la tasa Google solo cuando la apruebe Europa y la OCDE y que "pase del titular a la realidad" en el apoyo a las tecnológicas y a las innovación. Considera que España no ayuda al sector y que, al contrario, sigue manteniendo estructuras públicas que hacen muy difícil la innovación. Pese a todo, se muestra "optimista" en el futuro... de España y en especial de Ericsson.

¿Cuál es el balance que hace de 2018 para Ericsson?

A nivel global, muy positivo, porque ha sido el año de ejecución de la estrategia que presentamos en 2017 y hemos podido comprobar que ha dado los frutos y los resultados que buscábamos. Decidimos qué era core bussiness y dejamos de invertir en actividades en las que no podíamos aportar valor; en estas áreas core invertimos en I+D para ser más competitivos y recuperar el liderazgo tecnológico que había estado en cuestión en los años previos; y finalmente pusimos en marcha un plan de reducción de costes muy intenso.

¿Se han conseguido todos estos objetivos? 

Efectivamente. Hemos puesto el foco en el área de redes, el acceso móvil y la transmisión, alianzas en el mundo óptico y de IP y desinversión en las áreas fijas y accesos fijos y tradicionales. En I+D se incrementaron notablemente las inversiones, tanto en el área de redes como en el área de sistemas, lo que ha redundado en buenos resultados. También llevamos a cabo un plan de reducción de costes de diez billones de coronas.

¿Cómo se ha traducido este cambio en los resultados financieros?

En el balance de 2018 hemos vuelto a crecer, algo que no ocurría desde el 2013. Hemos mejorado márgenes, hemos mejorado caja y hemos incrementado -según consultoras externas- dos puntos de cuota de mercado en un año, algo muy significativo. También hemos mejorado la satisfacción de clientes y de empleados y como resultado el mercado lo ha percibido y nuestro valor en bolsa en 2018 se incrementó cerca de un 40%. 

¿Y en el caso de España?

El balance también es positivo. El plan de ejecución nos afectó bastante porque habíamos adquirido el año anterior unos activos de Abengoa -una empresa de despliegue de fibra- y para aplicar la nueva estrategia nos tocó desinvertir concluyendo la venta del grupo Ezentis, del que ahora somos accionistas mayoritarios. Se transfirieron unas 500 personas y afortunadamente con impacto cero en clientes. Además, las personas que se han transferido lo han hecho con buena satisfacción. 

¿Y la evolución comercial cómo ha ido?

En términos comerciales también ha sido un año positivo. Con Telefónica fue el año del lanzamiento comercial del core preparado para 5G, con Vodafone confiaron en nosotros en áreas de core clave, necesario para apagar el 3G y necesario para encender el 5G. Con Orange ganamos la renovación de su servicio de operaciones y gestión de red y en MásMóvil conseguimos renovar el acuerdo radio como suministrador exclusivo.

También se presentaron pilotos 5G a la Administración y fuimos la empresa con más consorcios, casi duplicando a la siguiente. El laboratorio 5G, que mantenemos con Telefónica e Intel, fue nominado por el GSMA como el de referencia de Europa y el centro de I+D consiguió el proyecto core 5G. En general, un buen año del que sentirnos satisfechos.

¿Se da carpetazo definitivo a la crisis de años anteriores?

Nunca se puede decir que el trabajo está hecho porque parecería que no hay cosas que se puedan mejorar, pero el plan que se había diseñado se está ejecutado en el área de redes y en el área de servicios gestionados. En el área digital aún no. Por ello, hemos comunicado al mercado, clientes e internamente que nuestro objetivo es ejecutar ese plan en el año 2020. Por lo tanto, 2019 es un año híbrido donde va a haber un esfuerzo muy grande en ejecución de servicios digitales y también debería ser un año más en el que aportar un valor en el área de redes y en el de servicios gestionados. 

¿Se mantendrá el ritmo inversor en 2019?

No se paralizará. El plan continúa con un porcentaje de inversión muy relevante. Es un año en que nos tocará invertir mucho en 5G, mientras que en el área de digital services, servicios y gestiones (automatización e inteligencia artificial) y en emerging business también queremos seguir creciendo. Con lo cual 2019, como parte del plan, será de inversión intensiva en I+D.

¿La conflictividad laboral se ha acabado?

Si todos los planes van según lo previsto, en redes, en servicios gestionados, sí. En el área de digital services se provisionaron millones de coronas a nivel global para reestructurar, por lo que como parte de este plan, durante 2019 y 2020 sigan actividades de eficiencia, optimización y de adecuación al mercado en este área concreta. 

"Creemos que es sano que se acompase el despliegue del 5G a la monetización por parte de los que invierten en ello"

¿Qué le parece el ritmo de implantación que está teniendo el 5G en España en relación al resto del mundo?

En el caso de 5G la velocidad depende de la ansiedad de mercado y del caso de uso. Hay otras regiones como Estados Unidos en las que el despliegue de fibra es escaso y, por tanto, el caso de uso de acceder a contenido de vídeo en el hogar se ha resuelto a través de 5G. Por su parte, China tiene un plan industrial para seguir siendo el centro del mundo en fabricación de terminales. ¿Y qué ocurre en España? Tenemos un despliegue de fibra muy alto, lo que genera que el caso de uso de acceder al vídeo en el hogar no necesite 5G. El hecho de que haya mucha fibra hace que no se produzca esa saturación de capacidad que se está viendo en otros mercados y que, por tanto, no haya tanta necesidad inmediata de 5G.

En el mercado español parece que no hay demasiado entusiasmo por el 5G.

Nosotros pensamos que lo bueno es ser racional y que el despliegue se haga cuando haya un retorno que acompase la inversión en 5G. Se ha subastado el espectro de 3,5 Ghz en condiciones razonables para el mercado, se han iniciado los pilotos 5G para permitir estar en la vanguardia de la tecnología y desarrollar casos de uso. De esta manera, se prevé que este año haya lanzamiento de 5G en España, aunque con pocos nodos. Es verdad que los despliegues masivos no ocurrirán hasta que la banda de 700 Mhz esté liberada, por tanto no sería bueno que los despliegues comerciales no empezasen antes de mediados del año que viene. Por tanto, pensamos que será el segundo semestre de 2020 y 2021 cuando realmente se produzcan lanzamientos. 

¿Similar a lo que ha ocurrido con procesos similares?

Es una situación similar a lo que pasó con el 4G en algunas ciudades. Se empezó a lanzar en algunos sitios en 2009 y luego a partir de la año 2011 empezó con más despliegues. Los ciclos están en torno a los diez años. Empezamos con el 3G en 1998, en 2009 empezó el 4G y en 2019 va a empezar el 5G. Al final creemos que es sano que se acompase el despliegue del 5G a la monetización por parte de los que invierten en ello, con casos de uso. Y el que se empiece este año ligeramente, que aprendamos de casos de uso y el que empiecen los despliegues masivos a partir de mediados de 2020 es un escenario razonable.

¿Cree que hay voluntad de todos los actores de cumplir estos plazos?

Nosotros somos el extremo del business to business, solo vendemos a operadores y, por tanto, tenemos 300 clientes en todo el mundo. Lo peor que nos puede pasar es que los números a nuestros clientes no les salgan porque seguro que antes o después a nosotros nos iría mal. Lo que mejor nos va es que a ellos les vaya bien. Dicho esto, España tiene un peso relativo en el mundo para Ericsson, es grande, pero relativo. Y hay regiones importantes en el mundo que van a desplegar 5G porque tienen necesidad de casos de uso. Por tanto, en los resultados de Ericsson que España empiece antes o después no va a afectar tanto, especialmente porque nosotros tenemos una presencia en 4G muy grande, prácticamente el 60% de cuota de mercado, duplicando al siguiente competidor. El hecho de que no se despliegue el acceso del 5G no quiere decir que no se siga desplegando capacidad en 4G.

Incluso alguna 'teleco' ha retrasado el despliegue a 2021.

En 2019 vamos a seguir necesitando capacidad en 4G, hay que culminar los despliegues rurales de 4G que el gobierno puso como condición de la adjudicación de la banda de 800 Mhz, que se va a producir en el año 2019 y debería ser un buen valor añadido para nosotros dada nuestra cuota en este mercado. También hay que preparar los cores para el 5G, aunque no vayas a hacer los despliegues hasta 2020-2021. Los operadores necesitan adecuar sus sistemas a lo que vendrá y eso está ocurriendo y ahí tenemos una buena presencia. Somos optimistas para 2019 aunque el lanzamiento de 5G sea muy limitado y es obvio que los clientes aún no han terminado el despliegue de fibra y es sano que terminen de hacerlo. Y partir de ahí que descansen y puedan abordar las inversiones de 5G en un ratio adecuado sobre sus ingresos. Por tanto, no nos va mal este calendario. 

¿Y a nivel global?

Probablemente en España haya unos cientos de nodos 5G en el año 2019, pero habrá países de Europa con unos miles de nodos. Terminales 5G va a haber. Estamos en un negocio global y el mercado chino, japonés, de Estados Unidos, coreano, australiano y de algunos países de Europa, va a generar una buena expectativa en los terminales que muchos de ellos se presentarán en el Mobile World Congress.

"La actual tasa digital, en lugar de resolver una asimetría y una discriminación en el mercado, se ha convertido en algo recaudatorio"

¿Que le parece la tasa digital?

El origen de la tasa digital es algo que apoyábamos porque nos parecía discriminatorio que hubiese empresas generando actividad comercial en países equiparable a la que hacen otras empresas y sin pagar impuestos. En lo que no estuvimos posteriormente de acuerdo es que la tasa digital en lugar de resolver una asimetría y una discriminación se convirtió en algo recaudatorio. Comenzó en el anterior gobierno  como una medida del ministro Cristóbal Montoro para tapar un agujero de pensiones y continuó con el actual Ejecutivo. La consecuencia de esto es que no se discriminó y se hicieron borradores y proyectos donde se cobrara a cualquier empresa por cualquier cosa con tal de que sonase a que era digital. Y en lugar de resolver un problema se creó uno mucho mayor.

¿Y qué os ha dicho el Gobierno?

Ha habido muchas conversaciones con el Gobierno actual y se ha logrado aterrizar bastante a qué afecta: publicidad, intermediación online e intercambio de datos de usuarios. Lo que se agradece, pero lo que a nosotros no nos parece bien y no nos gusta es que haya una legislación que se ha puesto en marcha sin la coordinación con Europa ni con la OCDE, porque esto te va a generar nuevas discriminaciones. Nos parece bastante mejor, aunque con salvedades, pero no estamos de acuerdo en que en España se aplique una tasa digital que no se está aplicando en Europa, porque nos vuelve parecer que es una medida para arreglar los presupuestos y no solucionar realmente el problema original.

¿Y qué habéis propuesto?

Que solo se aplique cuando lo aplique Europa y en las mismas condiciones que lo aplique Europa y/o la OCDE. Hay empresas que están aquí y pagan y en otros sitios no pagan. Hay start-ups maravillosas en España a las que estamos animando a que monten su plataforma en Portugal y no aquí. Hemos pedido con nuestra patronal, DigitalES, que el Gobierno haga una reflexión, aunque no tenemos grandes expectativas. Nunca es tarde para rectificar, e insisto, más que el diseño de la tasa en sí, queremos que se aplique cuando Europa y la OCDE lo hagan en los mismos términos.  

¿No cree que hay una absoluta confusión respecto a qué empresas puede afectar?

Los tres titulares están claros, pero ahora hay que ver la letra pequeña. Se ha hablado de muchas cosas e incluso diarios digitales podrían pagar porque tienen publicidad digital, tienen usuarios online y están intercambiando datos porque es parte de su publicidad. El objetivo original de la tasa era que las compañías que no pagaban impuestos en España lo hiciesen, pero hay muchas empresas como Ericsson, Telefónica, Prisa o Vodafone que podrían estar afectadas, pero que ya pagan muchos impuestos en España. ¿El Gobierno quiere que por la actividad que hago le pague dos veces? Por eso hay una legión de abogados en cada empresa intentando ver esta letra pequeña. En cambio, si te alineas con Europa esto se queda resuelto, ya que cuando salen directrices globales la letra está bastante clara. Cuando el objetivo es cortoplacista y es arreglar un presupuesto que quieres sacar ya -porque si no hay nuevas elecciones- vamos muy mal porque se generan las tensiones que están ocurriendo y con las que nadie queda contento. 

¿No le parece imposible recaudar estos 1.200 millones que quieren?

Hay varios estudios, el último de PwC que habla de una horquilla de 500 a 600 millones, pero 1.200 millones nos parece un poquito elevado. Obviamente ellos han tenido que hacer sus cálculos, pero si son 1.200 millones me preocuparía doblemente, porque significaría que todos los posibles casos -que no tienen ningún sentido que estén afectados por la tasa digital- estarían afectados, porque sino no salen las cuentas. Vamos a ver como va este decreto y borrador, pero seguro que dará que hablar en las próximas semanas.

Los fondos presupuestarios que se dedican (en España) a la innovación son bajísimos, se compare con lo que se compare

¿Qué opinión tiene del ecosistema tecnológico que genera la administración en España?

No nos vemos arropados en absoluto. Los fondos presupuestarios que se dedican a la innovación son bajísimos, se compare con lo que se compare. Siempre estamos a la cola en cuanto a porcentaje de apoyo público. El segundo problema es la barrera administrativa para obtener fondos públicos, de lo que apenas el 10% o 15% se utiliza de verdad. Por ejemplo, si pido una subvención para I+D y me la conceden después de arduas negociaciones, luego, el trámite administrativo para justificar esta ayuda es tan largo y tan arduo que consigues solamente un 10%. Entonces la cantidad es muy baja y la problemática para hacerla efectiva es aún mayor.  

¿Y los Presupuestos Generales del Estado han cambiado esta percepción? 

Se han producido algunos incrementos en innovación en algunas áreas que no afectan al sector 'teleco', por lo cual, no. Y no hemos visto ninguna simplificación administrativa que vaya a hacer que de esas cantidades haya más dinero para la innovación. Por lo tanto, no sentimos que España fomente la innovación, ni que se produzca un efecto llamada para empresas extranjeras como nosotros, ni por lo atractivo de este país ni por las condiciones que hay para atraer inversión, para innovar o fabricar.

¿Y la 'Estrategia para una Nación Emprendedora' (ENE) y la 'Ley de fomento del ecosistema de Startups' de Pedro Sánchez?

Nos encantaría creérnosla, pero queremos que pase del titular a la realidad. Hay que aterrizar estos planes. Las empresas necesitamos que se aterricen los titulares, de ellos pueden vivir los políticos y yo lo respeto, pero nosotros vivimos de realidades y realidades no hemos visto ninguna. ¿Qué tiene bueno España para ser una nación emprendedora? Una creatividad fantástica y un talento extraordinario. Esto es necesario, pero no es suficiente. Al final, la realidad demuestra que el gobierno no apoye especialmente, ni fomente y ayude a la financiación de estas start-ups. Y luego hay que tener mucho cuidado, en la vida no todas las empresas son start-ups, porque mucho desarrollo de estas empresas se realiza alrededor de grandes compañías como nosotros. Hay muchísimas empresas grandes que generan un gran ecosistema start-up a su alrededor, pero tienes que equilibrar eso porque ayudando a estas multinacionales y grandes empresas a que inviertan más en innovación, ellas a su vez desarrollan start-ups a su alrededor. Pero somos optimistas porque siempre hay espacio para mejorar.

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