Caixabank ve normalidad en las conversaciones que mantiene con los sindicatos por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha puesto en marcha. Así lo ha asegurado el CEO de la entidad, Gonzalo Gortázar, quien cree que es lógico que las posiciones en este momento estén distantes. 

Los sindicatos, por su parte, consideran que la empresa quiere cambiar por completo las condiciones laborales y, por tanto, el consenso está lejos. Una situación ante la que Gortázar pide tener en cuenta que "sabemos que el comportamiento del cliente está cambiando y hay que tener la cintura para tomar las decisiones para poder asegurar el éxito en el futuro".

Pese a todo el CEO de Caixabank insiste en que "se dejarán la piel" para acercar las posturas porque se ha logrado en el pasado, por lo que negociarán lo que haga falta. Eso sí, ha pedido no demorarse demasiado "porque tenemos mucho trabajo por hacer". 

Caixabank ha presentado sus resultados del ejercicio 2018, un año en el que obtuvo un beneficio de 1.985 millones de euros lo que supone un 17,8% más que el año anterior. Unas cifras que se obtuvieron gracias a las mayores aportaciones de BPI y la reducción de dotaciones. 

En la rueda de prensa también se ha hablado sobre el impacto de los cambios en el Impuesto de Actos Jurídicos en las hipotecas de la entidad. Según han explicado durante los últimos tres meses la producción superaba un 9% la del año anterior, y un 18% la del trimestre precedente.

Gortázar ha estado en la rueda de prensa junto al presidente de Caixabank, Jordi Gual. Juntos han descartado también la posibilidad de que el banco intervenga en una operación corporativa dentro del sector durante el próximo año. "Estamos centrados en nuestro negocio", han insistido para descartar posibles intereses sobre Bankia u otras entidades.