La energía nuclear se lo juega todo en los próximos años. Que a partir de 2050 ya no formará parte del mix es algo por lo que abogan todos en el sector eléctrico; no obstante, los interrogantes están en cómo hacer la transición, poniendo el foco, sobre todo, en el año 2030, donde fija su atención el consenso europeo.

"Lo difícil es el camino, la transición", insistía este jueves el presidente de Foro Nuclear, Ignacio Araluce, en un encuentro con periodistas. Un camino que, al menos a priori, parece que marcará el Gobierno en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima -que tenía que haber enviado a Bruselas antes del 31 diciembre-, y a través de la Ley de Cambio Climático.

En este sentido, Araluce reconoce que en el sector se están viviendo unos meses de "cierta incertidumbre", en los que nadie da con la "solución definitiva". Por eso, esperan a que el Ejecutivo mueva ficha y presente, primero, el plan que al menos marcaría las líneas maestras.

Una postura que comparte con las empresas eléctricas, al mismo tiempo que desde la cartera que preside Teresa Ribera piden paciencia y aseguran que así será: "El plan está al caer", insisten en el ministerio una y otra vez. Fuentes del sector se inclinan por enero como el mes en el que, sin duda, se dará a conocer el borrador.

Y es que su contenido sentará las bases, en teoría, sobre la estrategia de descarbonización de España, en un momento en el que los ojos se posan sobre la central de Almaraz, pero lo harán también sobre el resto de centrales entre 2023 y 2028, cuando cumplen todas su vida útil.

Centrales que, insisten desde Foro Nuclear, son clave para la transición energética. "Es evidente que es importantísima, simplemente haciendo cuatro números", explica el presidente, que reseña que los siete reactores nucleares españoles han producido en 2018 el 20,39% del total de la energía eléctrica, con el 7,09% del total de la potencia instalada.

"Hay que dejarla subsistir hasta 2030"

"Somos los mayores productores, somos fiables, estables, no emitimos CO2 y no presionamos el precio", indica Araluce, que asegura: "Nadie podrá acusar a la energía nuclear de hacer que la factura de la luz sea más cara, porque entramos al mercado a precio cero".

Insiste en que la transición energética tiene que ser "tecnológicamente neutra, guiada por objetivos y no por el hecho de que una tecnología nos gusta más que otra", por lo que ha pedido al Gobierno que deje "subsistir a las nucleares al menos hasta 2030".

Una transición para la que, a ojos del presidente de Foro Nuclear, en los próximos diez años sería necesario instalar en España "50 o 60 GW" de potencia de renovables, lo que supondría una inversión "de 60.000 a 70.000 millones de euros" en renovables hasta 2030.

Para ello, apunta Araluce, las centrales nucleares deberán seguir en funcionamiento. Si no, y según sus cálculos, habría que instalar "80 o 90 GW" de potencia renovable en el mismo tiempo. Con inversiones millonarias en juego, apunta Araluce, hay que definir "cómo se va a hacer". En los próximos días se sabrá si el plan que envíe el Gobierno a Bruselas resuelve -o no- estas dudas.

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