En la futura liberalización del transporte de personas por ferrocarril la parte administrativa va a jugar un papel importante. Ante esta situación, 17 empresas ya han hecho los deberes y cuentan con los dos trámites necesarios.

El Real Decreto Ley probado en el Consejo de Ministros del 21 de diciembre que modifica la Ley Ferroviaria indica que "cualquier empresa que disponga de licencia de operador ferroviario y del correspondiente certificado de seguridad puede entrar a prestar servicios en competencia con Renfe".

La lista de empresas que cuentan con ambos requisitos está compuesta por: Aisa Tren, Alsa Rail, Avanza, CAF, Continental Rail, Ecorail, Ferrovial Rail, FCG Rail, Inter Bus, Ilsa, Low Cost Rail, Motion Rail, Sagales Rail, Socibus, Veloi Rail y la SNCF. 

En esta lista destaca un primer grupo de compañías cuyo origen está en el transporte  de pasajeros en autobús. Es el caso de Aisa, Alsa, Avanza, Continental, Inter Bus, Sagales y Socibus.

Del mismo modo, diferentes compañías de origen ferroviario también cuentan con ambos permisos. CAF, la empresa fabricante de trenes, tiene una licencia. Un movimiento interesante y común en Europa donde los propios fabricantes llegan a operar algunos servicios ferroviarios. 

Entre las constructoras, un sector en el que durante mucho tiempo se especuló sobre el interés de entrar a competir con Renfe, tan solo Ferrovial ha apostado por tener todos los requisitos necesarios para operar. 

Ilsa, la compañía que comparte socios con Air Nostrum y que ha llegado a un acuerdo con Acciona para competir contra Renfe, también tiene ambos permisos listos. De hecho, antes de anunciar este acuerdo ya había solicitado empezar a operar en un trazado internacional (categoría que ya está liberalizada).

Entre todas, habría que distinguir a Veloi Rail como la compañía más singular con ambos requisitos listos. Esta empresa está impulsada por la familia Lara aunque desde 2015 parece que el interés de la familia que controla el Grupo Planeta por el sector ferroviario ha decaído.

Por último, y como rival a día de hoy más duro para Renfe, destaca la SNCF, el operador ferroviario público francés. Otra operador al que se espera que en breve solicite esta licencia es Italo, la empresa privada italiana, que esta semana ha confirmado su intención de entrar en España.

Proceso de certificación

La tarea de otorgar la licencia de empresa ferroviaria corresponde a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, que se encarga del otorgamiento, suspensión y revocación de licencias a las empresas ferroviarias.

Añadido a lo anterior, toda empresa ferroviaria que desee prestar un servicio de transporte ferroviario de viajeros deberá obtener un certificado de seguridad. La expedición, renovación, modificación o revocación de los certificados de seguridad de las empresas ferroviarias, así como su posterior supervisión, es una de las actividades principales de la Agencia Estatal, como autoridad responsable.

El certificado de seguridad acredita que la empresa ferroviaria dispone de un sistema de gestión de la seguridad y está en condiciones de cumplir la normativa relativa a sistemas de control, circulación y seguridad ferroviaria.

Además audita los conocimientos y requisitos de su personal relacionado con la seguridad de la circulación ferroviaria. Del mismo modo, controla las características técnicas del material rodante ferroviario que utiliza y de las condiciones de su mantenimiento.

Este certificado se divide en una primera parte que acredita que la empresa ferroviaria ha establecido un sistema propio de gestión de la seguridad y que es válido para todos los estados de la Unión Europea.

Además, tiene una segunda parte que demuestra que la empresa ferroviaria está en condiciones de cumplir los requisitos específicos de la red de la que se trate, en relación con las normas de explotación, acreditación del personal o autorización de los vehículos. 

Adicionalmente a estos requisitos, para operar en España las empresas ferroviarias necesitarán disponer de personal habilitado en las diferentes categorías relacionadas con la seguridad ferroviaria y con vehículos autorizados para circular por la red en la que se desea operar.

Declaración de la red

Una vez que la empresa cumple estos requisitos, debe solicitar el uso de la infraestructura ferroviaria. Este proceso se puede resumir en que el administrador, en este caso Adif, publica la declaración de la red que contiene las características de la infraestructura puesta a disposición de las empresas ferroviarias. En ella informará sobre la capacidad y condiciones técnicas de cada tramo de la red y sobre las condiciones de acceso a la misma. 

Actualmente existe una primera versión de esta declaración, pero se espera que la información definitiva esté lista antes de junio de 2019.

La adjudicación de capacidad de infraestructura por parte de Adif consiste en la asignación de aquellas franjas horarias, definidas en la declaración sobre la red, a los correspondientes candidatos con el fin de que un tren o un vehículo ferroviario pueda circular, entre dos puntos, durante un período de tiempo determinado.

Se espera que en los próximos meses a la lista actual de operadores que ya tienen todo listo aumente. Un grupo de compañías entre las que saldrán las primeras que competirán con Renfe en toda su historia.