Creó, desde Galicia, un imperio internacional. Hizo de Inditex un gigante textil presente en todo el mundo a través de Zara, Stradivarius, Oysho, Uterqüe, Pull & Bear, Massimo Dutti o Bershka. Ahora, como fundador, recoge los frutos de su trabajo. Amancio Ortega es una y otra vez el hombre más rico de España, según la revista Forbes.

En concreto, el empresario gallego tiene una fortuna valorada en 58.000 millones de euros. Fortuna que también procede de las distintas inversiones inmobiliarias que Ortega realiza a través de Pontegadea, su vehículo inversor.

Ortega ingresó este año un total de 1.386 millones de euros en concepto de dividendos de Inditex desde este viernes, cuando cobró 693 millones por la última retribución del año que abonó la firma gallega a sus accionistas.

En concreto, Ortega recibió los casi 1.400 millones de euros en dividendo a través de las sociedades Pontegadea Inversiones y Partler, con las que controla un 59,294% del accionariado de Inditex, frente a los 1.256 millones que percibió por el mismo concepto en 2017.

Se encuentra en plena renegociación de deuda de la compañía, pero el presidente de Eroski, Agustín Markaide, ha recibido la primera alegría de la compañía en mucho tiempo. No en vano, el grupo ha cerrado el primer semestre del año con un beneficio neto de 14,8 millones de euros, lo que supone casi quintuplicar las cifras del mismo periodo del año pasado.

Durante estos meses, Eroski, con Markaide al frente, ha continuado con su plan de reducción de deuda financiera y ha amortizado 83 millones de euros. Con este importe, ha reducido su deuda en 1.475 millones desde el inicio de la crisis económica.

Ahora, con estos resultados sobre la mesa, Markaide sigue sentado con la banca, negociando un nuevo plan de desapalancamiento financiero a partir de agosto de 2019. Su objetivo, lograr una estructura de pasivo equilibrada en 2024.

Si bien es cierto que las ventas no están creciendo (Eroski obtuvo 2.314 millones de facturación frente al los 2.360 millones de un año antes), Markaide debería saber jugar la carta del beneficio y la reducción de deuda ante la banca para garantizar la estabilidad y el futuro del grupo.