Albert Esteve, máximo responsable de Esteve Pharmaceuticals, ha anunciado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) la semana pasada, lo que supondrá la extinción de 103 puestos de trabajo. Un duro varapalo para los 1.290 trabajadores que la farmacéutica emplea en España. Esteve facturó el año pasado 803 millones de euros, un 1,2% menos que en el 2016, y aunque inicialmente preveía crecer de nuevo este año, hasta 850 millones, sus ventas seguirán reduciéndose.

Estamos hablando de una brusca caída de los márgenes operativos de la farmacéutica, que han empeorado sin que los gestores, con Albert Esteve a la cabeza, hayan sido capaces de enderezar el rumbo. Una decisión -despedir al 7% de la plantilla- que además deja en evidencia a una compañía que no ha hecho los deberes y que no ha logrado adaptarse a los cambios en el entorno competitivo.

Este ERE deja claro que la rentabilidad y la sostenibilidad de la compañía están en riesgo si no se adoptan soluciones drásticas. Un entorno en que parece que el despido de un centenar de trabajadores es la única solución posible. Un nuevo rumbo del que Albert Esteve es el responsable en su condición de máximo ejecutivo de la compañía. Un camino que, al menos de momento, no empieza de la mejor manera.

La familia Arango fundó la marca Vips en España en 1969. Ahora, Plácido Arango García-Urtiaga, hijo del fundador y presidente desde 2005, da la espantada sin haber enderezado el rumbo del grupo. Con marcas como Vips, Vips Smart, Starbucks, Ginos, Fridays y, ahora, wagamama, Arango no ha podido evitar la venta del grupo y la conversión de la familia fundadora en socia minoritaria.

Una operación que se cerró por 500 millones de euros. El ganador, Zena Alsea. Food Service Project, sociedad participada al 100% por Alsea y accionista mayoritario de Zena en España, adquirirá el 100% de Sigla SA, sociedad cabecera de Grupo Vips. Paralelamente los actuales accionistas de Grupo Vips, la familia Arango y ProA Capital, reinvertirán 75 millones de euros mediante una ampliación de capital, en Food Service Project, convirtiéndose en socios minoritarios de la misma con una participación aproximada al 8%.

Arango vende sin haber enderezado el rumbo de la compañía. El pasado ejercicio, el grupo Vips cerró con unas pérdidas de 10,6 millones de euros, algo que achacó a los costes asociados a los cierres definitivos de las tiendas Vips y de la cadena The Wok, y a las reformas y aperturas de locales.