La Autoridad Catalana de Competencia (ACOC) valora de forma "muy negativa" el decreto contra las VTC que aprobó el Gobierno. Una norma que para el organismo presenta serias dudas sobre su constitucionalidad, y "vulnera claramente" cualquier forma de regulación que ayude a fomentar la competencia en el sector del transporte urbano. 

Se trata de una opinión emitida en un informe en el que lamenta que el Gobierno haya optado por la "expulsión" del sector de las VTC de las calles de ciudades como Barcelona. Sobre todo porque hará que "los consumidores no puedan recibir los beneficios de la competencia". 

Para el organismo, dependiente de la Generalitat, la decisión de exigir una autorización urbana a los coches de Uber y Cabify supone "de facto una prohibición", que es mucho más restrictiva que la limitación de una licencia de VTC por cada 30 de taxi. 

Las licencias subirán

Recuerda también que desde la aparición de servicios como Uber y Cabify el sector del Taxi (que se ve claramente favorecido en su figura monopolística) se ha visto impulsado a intentar renovarse e innovar. Ahora, por el contrario, "los incentivos" para que los taxistas traten de mejorar el servicio van a desparecer, como también desaparecerá la capacidad de elección de los usuarios.

El efecto más inmediato y llamativo que tendrá la desaparición de las VTC, dice la ACOC, estará en el precio de las licencias del Taxi. Habrá una "apreciación" de su valor, agravando el problema de las rentas que generan estas autorizaciones.

Competencia asegura en su informe que los motivos medioambientales que se utilizan para justificar el decreto no son suficientes. "No se establece un nexo causal" y, como ya han señalado también otros documentos legales, insiste en que no pueden achacarse los problemas de tráfico y de contaminación al sector de las VTC. 

Más competencia

"La solución a esos problemas pasa por medidas de carácter general, no focalizadas en las VTC que son todavía muy minoritarios respecto al Taxi", dice el texto. ¿El ejemplo? Barcelona. Allí hay 11.774 taxis frente a 877 coches de VTC. 

De hecho, visto que la ratio en Barcelona es de una VTC por cada 12 taxis, el organismo de competencia cree que habría espacio para introducir una mayor cantidad de jugadores de alquiler con conductor "sin dejar de tener una competencia equilibrada".  

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