Bruselas

Bruselas prosigue su ofensiva contra la ingeniería fiscal que practican las grandes multinacionales para minimizar su carga impositiva. La comisaria de Competencia, la liberal danesa Margrethe Vestager, ha enviado este miércoles una factura de 120 millones de euros al gigante francés de la energía Engie en concepto de impuestos atrasados. Luxemburgo permitió a dos filiales de Engie eludir el pago de impuestos sobre la práctica totalidad de sus beneficios durante una década, según la investigación del Ejecutivo comunitario.

La decisión de Bruselas sitúa de nuevo a Luxemburgo en el punto de mira por facilitar a las grandes empresas la elusión de impuestos con acuerdos fiscales a medida. El de Engie es el tercer expediente relacionado con el Gran Ducado que se salda con sanciones, tras los casos de Fiat y Amazon. Pero además Luxemburgo tiene otros dos casos pendientes relacionados con Ikea y McDonald's. Todos estos pactos se cerraron cuando el actual presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, era primer ministro.

"Luxemburgo ha concedido ventajas fiscales ilegales a Engie", ha denunciado Vestager. "El resultado es que Engie ha pagado un tipo efectivo en el impuesto de sociedades del 0,3% durante una decena de años. Este tratamiento fiscal selectivo es ilegal", insiste la comisaria de Competencia.

Luxemburgo sopesa recurrir

Al conocer la decisión, el Gobierno luxemburgués ha negado que diera ayudas públicas ilegales a Engie y asegura que se plantea recurrir la sanción ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE). No obstante, admite que casos como el de Engie "aunque sean conformes a la letra de la ley, ya no se corresponden con el espíritu actual del marco fiscal nacional e internacional", según ha dicho en un comunicado.

Engie supone el sexto caso en la cruzada de Bruselas contra las multinacionales. La sanción más elevada que ha impuesto Vestager hasta ahora sigue siendo la de Apple, que tiene que devolver 13.000 millones a Irlanda en impuestos eludidos. También ha obligado a Starbucks a devolver 30 millones en Holanda y ha declarado ilegal un régimen fiscal belga del que se beneficiaron al menos 35 multinacionales. Además de Ikea y McDonald's, el otro caso que sigue abierto se refiere a un régimen fiscal de Reino Unido.

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