La ratio de solvencia de las no cotizadas del Ibex 35, medida esta como la relación entre la deuda financiera neta y el resultado bruto de explotación (Ebitda), ha alcanzado las 2,55 veces al cierre del ejercicio frente a las 2,83 veces del año anterior, según datos recopilados por el Servicio de Estudios de BME. En cualquier caso, el informe señala que ¿un nivel inferior a tres veces es considerado equilibrado¿.

El registro medio de los tres años precedentes se quedaba en las 3,28 veces. Si el periodo de referencia se toma desde el año 2013, esta cota estaría en las 3,42 veces, lo que muestra una continuada mejoría de la solvencia en los últimos años dentro de las cotizadas del Ibex 35. La tendencia no solo se repite, sino que es más acusada en las cotizadas de mediana capitalización de la bolsa española, pues las cotizadas del Ibex Medium Cap han pasado de una media interanual de 3,11 veces hasta una marca de 1,94 veces al término de 2017.

La deuda financiera neta, considerada como el endeudamiento bruto de las compañías menos su tesorería e inversiones financieras temporales, se ha contraído en el conjunto del Ibex 35 un 4% en el año, siempre según las cifras del estudio de BME. En números redondos, la caída es de 8.000 millones de euros, hasta los 180.217 millones. La mitad de las compañías estudiadas ha reducido su deuda en este periodo, mientras que a su cierre anual cuatro carecían de deuda.

En el caso de las medianas de la bolsa española, la caída es aún más abultada, lo que explica en buena medida su mayor repunte en solvencia. Los 7.938 millones de deuda financiera neta que acumulan las 20 compañías del Ibex Medium Cap son un 23% menos de lo que sumaban al cierre de 2016.

La otra pata de esta mejoría está en que a lo largo de 2017 ¿aumentan la diversificación geográfica de sus fuentes de ingresos¿. Con los datos definitivos y auditados de las cotizadas españolas, el importe neto de la cifra de negocio sube un 6,14% hasta los 520.751 millones de euros debido en buena medida a un crecimiento de ventas internacionales del 7,89% frente al más comedido avance del 2,77% en facturación dentro del mercado doméstico.

Así, el negocio exterior de las cotizadas españolas representa ya un 67,09% del total, máximo histórico para este registro, según las cifras recopiladas por BME. Frente al ejercicio precedente, la subida es de un punto porcentual, mientras que hace 10 años el peso relativo en el balance de las cotizadas españolas de sus operaciones internacionales apenas lograba superar el 50%.