Bruselas cree que la operación puede tener "importantes efectos negativos" en la competencia en el Espacio Económico Europeo y asume que es la autoridad más adecuada para analizar los efectos transfronterizos de la compra.

La compra de Shazam no alcanza los umbrales del volumen de negocio por el que una compañía está obligada a notificar al Ejecutivo comunitario operaciones de concentración con impacto en la Unión Europea, por lo que Appel se limitó a hacerlo en Austria, a efectos de aprobación reglamentaria.

Sin embargo, las autoridades austríacas se dirigieron a la Comisión para solicitar su evaluación, al considerar que, pese a no tener dimensión comunitaria, la operación podría afectar al comercio en el Mercado Único y afectar "gravemente" a la competencia.

Tras el paso de Austria, le siguieron otros seis países europeos --España, Islandia, Italia, Francia, Noruega y Suecia_que se sumaron a la solicitud de que Bruselas se pronuncie sobre la compra.

Ahora, el Ejecutivo comunitario se dirigirá a Apple para pedirle que notifique formalmente a la institución comunitaria la operación de compra.